Los topes a las tasas de interés ha empujado a las personas a buscar alternativas en el mercado crediticio informal para cubrir sus necesidades de financiamiento, exponiéndolos así a caer en manos de la delincuencia, como el ‘gota a gota’.
Los topes a las tasas de interés ha empujado a las personas a buscar alternativas en el mercado crediticio informal para cubrir sus necesidades de financiamiento, exponiéndolos así a caer en manos de la delincuencia, como el ‘gota a gota’.

La evidencia respalda las iniciativas del Congreso de suspender o eliminar el tope a las tasas de interés a los créditos de consumo y a la pequeña y microempresa, que fija semestralmente el BCR en cumplimiento con la “Ley que protege de la usura a los consumidores de los servicios financieros”.

Un informe de Apoyo Consultoría resaltó que, a punto de cumplir tres años de vigencia, la norma, en lugar de salvaguardar a los usuarios, ha ocasionado la exclusión de miles de clientes del sistema financiero formal, especialmente aquellos con menores ingresos.

Pues esta los ha llevado a buscar alternativas en el mercado crediticio informal para cubrir sus necesidades de financiamiento, exponiéndolos así a caer en manos de la delincuencia, como el ‘gota a gota’, que pone en riesgo la seguridad y la vida de los clientes.

“En Apoyo Consultoría respaldamos la iniciativa de eliminar el tope de tasas de interés del sistema financiero”, indicó la consultora.

Impacto en la población

Perú21 pudo corroborar con información de la SBS que la norma de ‘usura’, lejos de abaratar el crédito, concentró el mercado. En un contexto en que el riesgo de incumplimiento de pago aumentó con la crisis sanitaria, la presión que generó sobre las entidades financieras más pequeñas el no poder subir tasas para cubrirse de dicho riesgo provocó que cinco entidades salieran del mercado. Algunas voluntariamente y otras fueron absorbidas o intervenidas por el regulador.

Estas instituciones se caracterizan, además de por aplicar tasas de interés más elevadas, por tener una cartera total de créditos inferior a los S/1,000 millones.

Y es que el tamaño sí importa, porque, mientras mayor es la cartera, hay espacio para economías de escala y viceversa. Por ejemplo, según la SBS, las entidades con carteras de créditos por debajo de los S/1,000 millones destinan, en promedio, el 85% de utilidad bruta (margen bruto) para cubrir sus gastos operativos, mientras que las entidades con una cartera superior a ese monto destinan, en promedio, el 58%, una gran diferencia que obedece al segmento de clientes al que se dedican y que explica la necesidad de cobrar mayores tasas.

También, si se compara las cifras de la SBS de 2019 con las de la fecha, las entidades con cartera por debajo de los S/500 millones han disminuido el número de deudores de la microempresa. En las entidades con cartera de entre S/500 millones y por debajo de S/1,000 millones, salieron del mercado los deudores de la pequeña, microempresa y consumo. En total, más de 300 mil deudores han sido excluidos del sistema.

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