A partir de las nuevas regulaciones previamente mencionadas, empresas como las fintech, también podrán empezar a interoperar con los clásicos bancos, generando así la posibilidad de que las personas y las empresas puedan realizar transferencias entre sí. Gracias a esto, se generarán muchísimos casos de negocio interesantes y, como mencionamos anteriormente, habrá mayor competencia y más y mejores servicios.