“Sunat ya tenía cierto acceso a información a través del ITF; ahora este se amplía. Se ha exagerado el impacto de la norma, indicando que es como si la Sunat tuviese una terminal en nuestra institución financiera para revisar todos nuestros movimientos, lo que no es cierto”. (Foto: Leandro Britto / GEC)
“Sunat ya tenía cierto acceso a información a través del ITF; ahora este se amplía. Se ha exagerado el impacto de la norma, indicando que es como si la Sunat tuviese una terminal en nuestra institución financiera para revisar todos nuestros movimientos, lo que no es cierto”. (Foto: Leandro Britto / GEC)

A fines de 2020 se publicó el decreto supremo que reglamenta la ley que obliga a las empresas financieras a entregar a la Sunat un reporte mensual de operaciones en las distintas cuentas de clientes. La ley que fundamenta ese reglamento se aprobó en 2018 y los bancos se han ido preparando para su aplicación, que recién empezaba a partir de 2021. No es que la Sunat tenga acceso a toda la información de las cuentas. Se tiene que enviar promedios de saldos, diferencia entre abonos y retiros a fin de mes y movimientos mayores a 10,000 soles. Leyes como esta existen en otros países y las ha venido promoviendo la OCDE. Obviamente las empresas financieras no ven con buenos ojos que se vulnere el secreto bancario y se coordinó en su momento para minimizar lo más que se pueda su impacto. Pero una vez que se aprobó la ley, los dados estaban jugados.

Todos estos procesos estaban previstos en el convenio de intercambio de información (CRS) entre los más de 110 países que lo subscribieron, incluyendo al Perú. Sunat ya tenía cierto acceso a información a través del ITF; ahora este se amplía. Se ha exagerado el impacto de la norma, indicando que es como si la Sunat tuviese una terminal en nuestra institución financiera para revisar todos nuestros movimientos, lo que no es cierto, ya que solo accede remotamente a cierta información. También se mencionó que la norma obligará a las instituciones financieras a “conocer a sus clientes” para evitar lavado de activos, operaciones ilegales o financiamiento de terrorismo, pero esto ya lo hacen desde hace muchos años.

La norma ha creado mucha alarma, pero es algo que estaba ya previsto con los ajustes que se han venido efectuando desde hace años en la legislación, incluyendo el proceso de amnistía tributaria que permitió que los contribuyentes regularicen sus obligaciones tributarias en 2017. Hay aspectos de confidencialidad y seguridad de la información que causan preocupación. Además, ahora hay que ser más ordenados con el manejo de nuestras cuentas para poder estar en capacidad de sustentar el origen de los fondos utilizados en nuestras distintas operaciones financieras y el de los que nos transfieren.

Creo que Sunat ya tenía suficiente información a través de la ITF y esta norma va a desincentivar la bancarización y formalización, por lo que no la defiendo. Sin embargo, “sorprende que sorprenda” el reglamento de una ley aprobada hace más de dos años y que fue ampliamente discutida en su oportunidad.

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