Uno de los componentes más importantes de la economía, el consumo privado, que representa el 65% del Producto Bruto Interno (PBI), retrocedió 8.7% en 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria. Ante esta situación, ¿qué plantean los candidatos presidenciales para su recuperación?
Para incentivar el consumo, los candidatos han propuesto la creación de empleo, en su mayoría temporal, la entrega de bonos y la reactivación de los sectores que están paralizados.
Solo en tres planes de gobierno se hace mención directa y explícita a esta variable. El primero es de George Forsyth (Victoria Nacional), quien en el documento que presentó ante el Jurado Nacional de Elecciones señala que hay un entrampamiento del consumo que deriva de la pérdida de puestos de trabajo con un contingente enorme de trabajadores informales pertenecientes a los segmentos C, D y E que representan el 58% del consumo”.
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Ante esto señala, además de la generación de empleo, que impulsarán la inversión privada eliminando las barreras burocráticas.
Otro partido es Podemos Perú, con su candidato Daniel Urresti. En la propuesta, refiere que “el consumo constituye la espina dorsal de la demanda interna”.
“El Plan de los 100 días constituye todo un conjunto de medidas de alto impacto en generación de ingresos, reactivación del consumo, ganancia de eficiencia e impacto formalizador en la economía”, indica.
También está la propuesta de César Acuña (Alianza para el Progreso), en la cual hace una proyección de a cuánto ascenderá el consumo privado año a año. Por ejemplo, para 2021 calcula que ascenderá a S/501,668 millones y para 2022 a S/536,440 millones.
El gerente de Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, consideró que de “forma indirecta” el consumo privado forma parte del discurso de campaña cuando se habla del empleo, pero señaló que “el problema es que no se habla de crecimiento e inversión que son la base”.
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“Los apoyos económicos a las familias vulnerables van a estar ahí, por ejemplo del tipo Programa Juntos, pero es una estrategia necesaria para mitigar efectos de pobreza, no para reactivar consumo. Los bonos excepcionales se dan en situaciones excepcionales de corto plazo, a mediano y largo plazo nada reemplaza un empleo”, añade.
Por su parte, el jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Óscar Chávez, considera que, si bien se necesita generar trabajo, este tiene que ser formal.
Comenta que lo que se necesita es recuperar la clase media que hasta antes de la pandemia se encontraba entre 30% y 40% de la población, así como reactivar la economía e incrementar la producción.