Ricardo V. Lago. Economista. (Perú21)
Ricardo V. Lago. Economista. (Perú21)

En medio del cambio de mando en la y los temores de una guerra comercial entre EE.UU. y China, explica su expectativa sobre la nueva etapa de gobierno en Perú y advierte que hay un alto riesgo de una nueva crisis financiera mundial.

Martín Vizcarra acaba de asumir la Presidencia, ¿qué expectativas tiene de su mandato?
La situación de Kuczynski era insostenible. Está por verse cuál será la gobernabilidad del nuevo presidente, pero creo que ahora los partidos de oposición están obligados ante la población a poner toda la carne en el asador, facilitando la gobernabilidad.

¿Hay aspectos de la política macroeconómica que deberían modificarse?
Con Vizcarra se abre una ventana de oportunidades para iniciar una mejor política económica. Los ministros Thorne y Cooper tuvieron gestiones con muchas restricciones. Además, algunas propuestas eran equivocadas, como el Régimen MYPE Tributario, que en realidad propició que algunas empresas formales se acojan a beneficios de la nueva legislación, provocando una caída de la recaudación. O como la ejecución de megaproyectos (públicos) y APP como Chinchero. ¿Hay que movilizarlos? Sí, pero con garantías de utilidad pública y licitaciones competitivas. Hay que restablecer el SNIP, porque quitarlo fue un error. Espero que el nuevo presidente nombre un ministro de Economía técnico y un gabinete técnico, con profesionales solventes y consensuados con las fuerzas del Congreso.

¿Estima que se mantendrá la perspectiva de crecimiento del PBI en 2018?
Este año, la economía peruana debería estar creciendo a 4%, pero los factores políticos y la incertidumbre han tenido un poco detenida la actividad y la inversión.

También hay incertidumbre en el exterior. ¿Qué tanto podría agravarse esta situación?
Toda la retórica sobre la subida de la bolsa en EE.UU. y el crecimiento de la economía (global), y la atribución de esto a Donald Trump tiene un error. Trump es un populista que ha subido con la ola de la recuperación en marcha que dejó el gobierno anterior, y que es artificial. Lo único promercado que ha hecho es la reforma fiscal, pero está añadiendo un billón y medio de dólares al déficit público de los próximos diez años. Estamos en un momento de la economía mundial muy complicado. Trump no está respetando los aranceles ni reglas de juego de EE.UU.

Se habla de una guerra comercial. ¿Es factible?
Su propuesta de aranceles al acero y aluminio rompe con las reglas multilaterales del comercio internacional, destruye más empleos (150 mil) que los que crea (50 mil). Puede desatar una guerra comercial mundial que agravaría y precipitaría una recesión. Según el experto en comercio Gary Hufbauer, del Peterson Institute, el plan proteccionista de campaña de Trump costaría a EE.UU. cuatro millones de empleos.

¿El comportamiento de las bolsas es una señal sobre la recesión que menciona?
El titular de periódico es que hemos entrado en una racha de crecimiento mundial vigoroso. Estoy en desacuerdo. Creo que estamos en la fase final de un ciclo largo de crecimiento anémico y que la recesión acecha a la vuelta de la esquina. Además, es un crecimiento artificial, conseguido con emisiones gigantescas de liquidez de parte de los bancos centrales. Estos han gestado un problema de exceso de endeudamiento global que es mayor al que teníamos antes de la crisis de 2008, y también se ha generado una sobrevaluación de las bolsas y otros activos, que es mayor que la burbuja puntocom de 2000. Las bolsas han subido por las emisiones monetarias, pero no tanto por el crecimiento de las utilidades.

¿Y qué tan significativo ha sido el incremento de la emisión de los bancos centrales?
En 2007, la emisión total de dinero de los principales bancos centrales sumaba cinco billones de dólares, en 2017 ascendía a casi 20 billones, es decir un aumento de 300% en diez años. Hay una intervención brutal en los mercados de capitales sin precedentes. Caminamos por un territorio inexplorado. Nadie tiene ni idea de cómo regresar a la normalidad monetaria. Esta vez, cuando llegue la recesión global, quedará poco margen de la política monetaria para combatirla. Aparte de eso, tenemos problemas como el proteccionismo y populismo en los EE.UU. o el Brexit.

Entonces, ¿de todas maneras veríamos una corrección en las bolsas (que implica una caída de 10% a 20%) este año?
No. El ciclo alcista bursátil más largo que hubo fue entre 1990 y el año 2000. Duró 113 meses. Ahí alcanzó las más altas valoraciones de la historia con la burbuja puntocom. Ahora vamos por el mes 108. Es larguísimo y tiene una valoración que es comparable con la del año 2000. Así que no creo en un segundo ajuste (como pasó en febrero). Creo que las bolsas van a caer entre 50% y 60% cuando se complete este ciclo. La tendencia va a ser de dos a tres años seguidos. Tendrá mayor duración que en 2008.

De llegar la crisis, ¿qué tan bien o mal parado estaría Perú en un contexto en el que busca poner en marcha una reforma tributaria?
Hay factores positivos y negativos. Los positivos implican reconocer a los sucesivos ministros de Economía desde 1990 hasta ahora y al Banco Central porque han preservado la estabilidad macroeconómica. El BCRP tiene reservas de casi US$60 mil millones, casi un tercio del PBI. Y el Estado tiene una deuda pequeña, de 30% o 35% (del PBI). Los bancos en general están bien capacitados, así que ante una crisis financiera mundial no creo que Perú tenga una crisis cambiaria.

¿Y qué sería lo negativo?
Bueno, una recesión internacional le pegaría duro a Perú porque dos terceras partes del comportamiento de la economía peruana tienen que ver con el curso de la economía internacional. Perú también entraría en recesión.

AUTOFICHA

- “Soy economista. Estudié en la Universidad del País Vasco y en la Universidad de California de Los Ángeles. Inicié mi carrera en la Secretaría de Hacienda de México, entre 1980 y 1985, y estuve 20 años en tres bancos de desarrollo: primero en el Banco Mundial, después en el BID y finalmente en el Banco Europeo”.

- “Fui negociador del Banco Mundial con Perú para los dos primeros préstamos de la reinserción económica en 1990: el préstamo para la reforma del sector comercio, de casi US$800 millones, y el primer préstamo de reforma del sector financiero, cercano a los US$500 millones”.

- “Creo que el déficit público del Perú ya pasó a ser crónico. Algunos economistas locales dicen que hay que subir impuestos. Yo no estoy completamente de acuerdo. Si subiera la recaudación para reducir el déficit estaría bien, pero lo que hemos visto es que parte del dinero se ha ido a malos proyectos”.

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