Casos como Áncash y Apurímac no llegan ni al 60% de recursos utilizados en favor de sus ciudadanos en el periodo 2011-2020. Consideran que debe fortalecerse Servir y mejorar la rendición de cuentas de las regiones. (Foto: GEC)
Casos como Áncash y Apurímac no llegan ni al 60% de recursos utilizados en favor de sus ciudadanos en el periodo 2011-2020. Consideran que debe fortalecerse Servir y mejorar la rendición de cuentas de las regiones. (Foto: GEC)

Recursos no es algo que haya hecho falta a los gobiernos regionales, al menos no por transferencias de . Según datos del Ministerio de Economía (MEF) y la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), las regiones han recibido más de S/40,000 millones en el periodo de 2011 a 2020. Sin embargo, tal como sucede cada año, el desaprovechamiento del dinero se ha mantenido vigente hasta la actualidad.

En promedio, los gobiernos regionales han podido ejecutar solo 61% en el periodo mencionado, esto sin contar casos como los de Áncash o Apurímac, con un nivel menor al 60%. No obstante, llama la atención que ambas están entre las principales exportadoras de metales. ¿Cómo se relaciona la con el bajo nivel de ejecución y la mala calidad de las obras?

David Tuesta, extitular del MEF, explica que “la mala calidad de las obras está más relacionada con la corrupción, pues es ahí donde se ven algunas de ellas inconclusas o asignaciones de proyectos a proveedores que no están preparados”, mientras que la baja ejecución suele deberse a la poca preparación de funcionarios públicos.

“La solución que se tiene que buscar es cómo tratar de generar ese 40% que queda sin ejecutar. Quizás se deba generar esquemas parecidos a los que tiene la, que tienen normativas particulares que les permite trabajar de forma acelerada y tienen ejecuciones del 90%”, afirmó.

Para el , en cambio, solucionar ambos problemas requiere una respuesta articulada en la que no solo intervenga la Contraloría a nivel de procesos, sino en la que se exija una mejor rendición de cuentas a las autoridades y que se fortalezca Servir.

“Hay cierta complacencia, por no decir complicidad, por parte de los organismos respecto a pedir (a otras autoridades) que digan en qué se gastaron los recursos (…). Mucho del problema está por ese lado. Los presidentes se sienten muy tranquilos al decir, voy a transferir dinero a las regiones como una muestra de la descentralización. Luego las regiones se tiran el dinero y ahí están los gobernadores presos”, advirtió.

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