Redacción PERÚ21

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Si bien los se definen dependiendo de las funciones que el trabajador realice en la empresa, es común que las organizaciones manejen una serie de cualidades que pretenden que todo su personal posea, y aunque se trate de empresas diferentes, estos atributos suelen coincidir en el mercado.

Al respecto, el Director Académico del Centro de Formación Profesional SGS Academy, Emerson Sifuentes Torero, explica que existen cinco cualidades imprescindibles que todo buen profesional debe poseer para ser atractivo para las empresas:

1. Pasión por lo que hace: El profesional debe sentir una gran vocación, amar a lo que se dedica, ya sea un emprendedor o un trabajador de una compañía, si no siente cariño por su labor nunca dará el 100%.

2. Competencias: El profesional tiene que ser capaz de reconocer cuáles son sus talentos, toda persona nace con talentos, tiene que descubrirlos y potenciarlos según la profesión que siga. Asimismo, existen también otras competencias adicionales que vamos desarrollando con la formación profesional y que va de la mano con la especialización que nos brindan las capacitaciones.

3. Capacitación constante: No basta con la formación de la universidad o instituto, el mercado es dinámico y competitivo. El profesional debe reconocer sus brechas personales, pero también saber lo que el mercado actual está demandando, como: El pensamiento crítico, la inteligencia emocional, el análisis de datos, el uso de tecnologías para la mejora de procesos, idiomas, entre otros.

4. Liderazgo personal y de equipos: Este aspecto está muy relacionado con la actitud y aptitud de la persona. Es decir, la actitud referida a ser positivo, siempre atento a los cambios, no ser reacio a la incertidumbre, saber trabajar en conjunto. En cuanto a la aptitud, nos referimos a la capacidad que tiene el profesional para llevar el mando, trabajar en equipo, ser justo y poder desenvolverse como líder.

5. Servicio al cliente: En primer lugar, el profesional debe saber quiénes son sus clientes. Es decir, el cliente interno, que son los jefes, compañeros de trabajo, a quienes se reporta, entre otros. Así como los clientes internos y externos de la empresa en la que labora. En segundo lugar, los clientes siempre deben ser escuchados, si es necesario, crear mecanismos para mantener esta comunicación constante y estar dispuesto a mejorar lo que se ofrece.

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