Christian tiene 38 años, un préstamo hipotecario, dos tarjetas de crédito, un celular de alta gama que paga mensual, además de los gastos del hogar y las salidas de los fines de semana. Todo esto lo obliga a pedir prestado a familiares, o sacar efectivo de las tarjetas, para llegar a fin de mes. Él está sobreendeudado.
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Al igual que Christian, muchas personas gastan más allá de lo que les permiten sus ingresos. Para abordar esta situación, Andrés Flores, gerente de Educación Financiera del BCP, sugiere que el primer paso es elaborar un presupuesto.
Este presupuesto, que puede realizarse en una hoja de Excel o incluso en un cuaderno, debe incluir los ingresos, los gastos fijos y los gastos variables.
“Del total de tus ingresos, solo el 30% debería destinarse al pago de deudas financieras. En algunos casos, este porcentaje puede llegar al 50%, pero si lo superas, es probable que las entidades financieras dejen de ofrecerte crédito”, comentó.
Si se encuentra sobreendeudado, el experto recomienda reducir gastos variables, como lo que destina al entretenimiento. Si pese a eso el dinero no alcanza, aconsejó realizar ajustes a los gastos fijos como buscar un alquiler de vivienda más barato, cambiar a un plan de telefonía más accesible, entre otros.
“Las personas que caen en sobreendeudamiento no siempre son las que ganan menos, ya que esta situación no se debe únicamente al dinero, sino también a la falta de organización financiera”, señaló Flores.
Asimismo, consideró que el ahorro, o el fondo de emergencia, sea también presupuestado como gasto fijo al cual se destine al menos el 10% de los ingresos. El acumulado debería cubrir como mínimo tres sueldos.
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