Desde octubre pasado, empezaron a notar una mayor preocupación de las municipalidades distritales en frenar la delincuencia común y de las empresas privadas en equiparse mejor.
Desde octubre pasado, empezaron a notar una mayor preocupación de las municipalidades distritales en frenar la delincuencia común y de las empresas privadas en equiparse mejor.

La , lamentablemente, paralizó las inversiones en seguridad en el país; no obstante, estas poco a poco se han reactivado de la mano de la reanudación de las actividades económicas y en vista, sobre todo, del incremento de la delincuencia.

“La crisis económica, producto del COVID-19, y las altas tasas de desempleo han generado el aumento de los delitos y eso es precisamente lo que estamos viendo hoy en las calles”, señala Andrés Dong, gerente general de Dahua Technology, empresa de origen chino mundialmente conocida por sus servicios y soluciones de videovigilancia.

Desde octubre pasado, indica, la distribución se ha normalizado y empezaron a notar una mayor preocupación de las municipalidades distritales en frenar la delincuencia común y de las empresas privadas en equiparse mejor.

Sostiene, asimismo, que el mayor interés en la demanda de servicios y soluciones de seguridad ha despertado con mayor fuerza por el lado de las provincias, especialmente del norte y sur.

“En Arequipa, Cusco y Piura hay buenas oportunidades de crecer. No en vano, ante ello tomamos la decisión de reforzar nuestro equipo comercial, desplegando también más recursos técnicos en dichas ciudades para llegar a más distribuidores”, dice.

Como se recuerda, el mercado de videovigilancia mueve en el país alrededor de US$ 12 millones y crece a una tasa anual de 5%. “Hay un gran potencial en Perú y quizá mayor a otros países de la región, donde tradicionalmente las inversiones han sido mayores”, enfatiza.

DEFENSA TECNOLÓGICA

La empresa, que ya viene operando seis años en el país, también tuvo que reinventarse a raíz de la crisis sanitaria y traer soluciones más acorde a estas nuevas necesidades, como equipos que combinan la inteligencia artificial y la termografía, los cuales se han vuelto indispensables para las empresas y equipos para medir la temperatura corporal, mantener el distanciamiento social y el aforo, orientados al control y prevención de contagios del COVID-19.

Sin embargo, Dong asegura que el dinamismo de estas soluciones de defensa tecnológica ya no es el mismo que en 2020, pese al anuncio de la segunda ola. “Pareciera que las personas ya han perdido el miedo al virus de cierta manera”, acota.

“Estos tipos de equipos tienen mucha tecnología y, por tanto, un alto costo, no cualquier empresa (una tienda o restaurante, por ejemplo) puede implementar una solución de este tipo. Son más las empresas grandes, como centros comerciales, aeropuertos e instituciones (hospitales) las que lo pueden hacer”, detalla.

El año pasado el grueso de las ventas de la compañía pasaron a concentrarse en estos dispositivos, que incluyen cámaras que miden la temperatura hasta a tres personas por segundo y a una distancia de tres metros; cámaras termográficas de mano también sin contacto; cámaras con contador de aforo y a su vez de control de temperatura hasta cámaras que controlan la distancia entre personas, entre otros. “Todos estas soluciones son sin contacto y cumplen más de una función”, indica.

Para este año, Dahua Technology apunta a crecer, gracias también a la incursión con sus videocámaras para mejorar el tránsito vehicular en Lima.

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