Prestapymes: fondos de inversión preparados para auxiliar a las pymes

Los 112 días de cuarentena acabaron con casi el doble de las pequeñas y medianas empresas (pymes) que desaparecieron durante 2018 y 2019 por causas “naturales”, como la reñida competencia en el mercado. Así de crítica es la situación que atraviesan estos negocios, según la Asociación Pyme Perú.

Daniel Hermoza, vicepresidente de esta agremiación, explica que las pymes necesitan acceder a liquidez de manera inmediata para salir de la asfixiante situación en la que se encuentran como consecuencia de la drástica reducción de ingresos que han sufrido por la cuarentena.

Por ello, consideró que sería conveniente que el Gobierno permita que más tipos de entidades puedan entregar créditos de programas como el Fondo Crecer. Entre estas resaltan las Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI), empresas que si bien gestionan un amplio abanico de inversiones, tienen amplia experiencia trabajando como “prestapymes”, con pequeños y medianos negocios.

En riesgo de quiebra

“En años normales como 2019 y 2018, el promedio de bajas (cerradas) en Sunat fue de 150,000 empresas en dos años. Ahora son casi 300,000 en este contexto de pandemia. Lo peor es que podríamos llegar a casi 500,000 empresas cerradas en 2020 y convertidas en informales”, advierte a Perú21.

El Poder Ejecutivo ya había anunciado en los primeros días de la cuarentena una serie de medidas para facilitar la entrega de créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas para que superen la crisis.

Algunas de estas fueron Reactiva Perú, el Fondo de Apoyo Empresarial para la Mype (FAE Mype) y la potenciación del Fondo Crecer.

Rapidez en espera

Si bien analistas y gremios empresariales han criticado la lentitud de estos programas para entregar préstamos, Hermoza considera que el Gobierno tiene una buena opción para agilizar el financiamiento que da el Fondo Crecer mediante la incorporación de las SAFI como entidades que pueden otorgar los créditos.

Hermoza aclara que, a diferencia de otras entidades autorizadas para trabajar con el Fondo Crecer, como los bancos, las SAFI tienen procesos más ágiles y adaptados a la realidad de los pequeños negocios.

“Para las SAFI y microfinancieras, es más sencillo ayudar a las pymes de manera inmediata porque conocen sus características ya que han estado cerca de ellas por muchos años y entienden sus problemas. Además, conocen su ciclo de negocios y es por eso que cuentan con herramientas de evaluación ágiles y realistas para evaluarlas y darles capital de trabajo”, afirmó.

Entre las exigencias que deberían establecerse para que las pymes accedan a créditos mediante las SAFI, Hermoza consideró que sería apropiado requerir un año o más de experiencia en el negocio, tener al menos 15 personas en cualquier modalidad de contratación y que la empresa pueda demostrar que el negocio podrá volver a ser sostenible.

De manera similar, el gerente general de Coril SAFI, Renzo Acervo, explicó que estas entidades pueden dar liquidez inmediata a las pequeñas empresas, porque disponen de fondos y “las atienden desde hace casi 20 años en todo su ciclo del negocio”.

En este último aspecto se incluye el financiamiento de ventas (factoring), financiamiento de compras y financiamiento de desfases temporales de caja.

“Las SAFI mueven alrededor de US$3,000 millones de capital en inversiones. Parte de estos fondos son invertidos por las SAFI en más de 3,000 empresas peruanas, en particular en las micro, pequeñas y medianas empresas”, destacó Acervo. La oportunidad está sobre la mesa.

Tenga en cuenta

-“En 2019, según datos de Produce, solo el 6% de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) tenían acceso al sistema financiero. Es decir, solo 114,000 empresas del total de 1.9 millones de mipymes en el país. Esto demuestra que el 94%, digamos 1.7 millones, no tienen acceso al sistema y, por tanto, existe la imperiosa necesidad de satisfacer dicha demanda”, afirmó Acervo.

-Entre marzo y mayo, las empresas compuestas por entre 11 y 50 personas reportaron la pérdida de 181,900 puestos laborales, de acuerdo con el último reporte del INEI. En el grupo con 51 a más colaboradores, la pérdida de empleos llegó a las 474,100 plazas.