Usar guano es insuficiente, pues solo se cubriría 2.5% de hectáreas, advierten Cepes y Agap. Sugieren apuntar a EE.UU. y China. Alimentos podrían encarecerse, pues los abonos explican hasta el 27% del costo de producción. (Foto: GEC)
Usar guano es insuficiente, pues solo se cubriría 2.5% de hectáreas, advierten Cepes y Agap. Sugieren apuntar a EE.UU. y China. Alimentos podrían encarecerse, pues los abonos explican hasta el 27% del costo de producción. (Foto: GEC)

La guerra entre Rusia y Ucrania ha afectado los, despertando preocupación en campesinos y agremiaciones de productores. Ante esto el Gobierno anunció que impulsaría la extracción de guano para cubrir parte de la demanda local y asegurar futuras campañas agrícolas. Sin embargo, gremios y centros de estudios ya advierten que ello no será suficiente. ¿Qué medidas serias debe contemplar el Ejecutivo para enfrentar los escasez de fertilizantes sintéticos?

La opción de intensificar la extracción de guano puede parecer razonable hasta que se contrastan las cifras que expone el Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes): las 100 mil toneladas que ofrecen explotar alcanzarían para abastecer solo 100 mil hectáreas. Sin embargo, si se considera que el Perú tiene más de 4 millones de hectáreas cultivadas, según Cepes, el guano permitiría cubrir, en el mejor de los casos, el 2.5% del total.

Si la comparación se lleva al terreno de familias de agricultores, que recientemente expresaron su malestar y disconformidad contra el , la realidad no mejora. Esto se debe a que, si bien la medida del Gobierno beneficiaría a 150 mil familias de productores agrarios, tal número palidece ante las más de 2 millones de familias de productores que se dedican a la agricultura actualmente, según el referido centro de estudios. En este caso, solo se beneficiaría al 7.5% de las familias en el escenario más optimista.

Problema a corto plazo

El director ejecutivo de Cepes, Laureano del Castillo, explica que el principal problema para los agricultores es el encarecimiento de la urea, el principal fertilizante usado en el país.

“Si el principal insumo sube tanto de precio puede haber consecuencias: gastas más para producir y poder venderlo o dejas de usarlo o reduces su uso y te arriesgas a tener menores cosechas”, comenta.

A pesar de que el aumento de precios es algo que se teme, Laureano del Castillo no considera que necesariamente suceda porque los agricultores vayan a elevarlos, pues cree que al igual que en los combustibles el alza se produce en la cadena, ya que son los comerciantes (intermediarios) los que tienden a establecer precios. Por ello, un aumento de estos podría ocasionarse más bien por una eventual escasez de alimentos, debido a una menor producción agrícola.

“Lo que prevemos es que podamos tener en el corto plazo problemas de abastecimiento de alimentos. O producen usando menos fertilizantes o no los usan y la producción puede caer”, advierte.

Apostar por el guano como una solución al problema también es visto como un riesgo por el director ejecutivo de la, Gabriel Amaro. No solo por el bajo impacto que tendría, sino por su practicidad y porque no todos los cultivos requieren el mismo tipo de fertilizante.

“(El guano) es un recurso muy costoso, es por ello que no se usa mucho ya que su precio no es competitivo. Tampoco se puede utilizar en sistemas de riego, por ejemplo. Es una alternativa muy limitada que se debe tomar, pero que no resolverá el problema (…). Es vital que se implementen diversas acciones, ya que, dependiendo del cultivo, es tan importante el fertilizante que hasta en algunos casos podría llegar a ser el 27% o más de los costos totales de producción agrícola”, explica el ejecutivo.

Soluciones

Para Amaro, la solución incluye tomar medidas con impacto a corto, mediano y largo plazo que repercutan en la productividad del sector, pues actualmente todos los países están afectados por la guerra y “cada uno está tratando de paliar el problema hasta que se estabilice la producción y la oferta de fertilizantes”.

Algunas ideas que el Gobierno debería considerar, afirma, son “la adquisición de volúmenes agregados para conseguir mayor poder de negociación, acortar la cadena de comercialización, incentivar el uso de bioinsumos, implementar el riego tecnificado de manera masiva, mejorar la regulación para recuperar la confianza y competitividad perdida e incentivar inversiones de industria privada de fertilizantes y nueva inversión privada en el agro, generar fondos de garantía, reducir riesgos y sobre costos en el sector, entre otras”.

En ese contexto, Del Castillo también opina que se debe fomentar la producción local de fertilizantes e incentivar el uso de abonos orgánicos.

No obstante, aclara que si bien esta es una oportunidad para incentivar la producción local, ello supone “un largo proceso de licitación, expedientes técnicos, construcción y puesta en marcha”, y que hoy “se necesitan soluciones urgentes”. Por ello, para Del Castillo es necesario que el Gobierno impulse y facilite la importación de urea y otros fertilizantes sintéticos en mercados clave como China y EE.UU. a través de las Oficinas Comerciales del Perú en el Exterior (OCEX).

“Hay que tener en cuenta que China está teniendo rebrotes (de contagios de coronavirus) y están parando plantas de producción. El panorama es complicado, por lo que se requiere una acción inmediata de los funcionarios, no esperar a que les den soluciones, sino buscarlas”, remarca.

Datos

-El arroz ya tiene un alza de hasta 25%, según el coordinador de la Asociación Peruana de Productores de Arroz, Edwin Edquén. En declaraciones a RPP, calificó la iniciativa del Gobierno de comprar fertilizantes a Bolivia como “una falta de respeto”pues dijo que “el 80% de los fertilizantes de ese país llega de Perú”.

-Los principales fertilizantes importados son: la urea (nitrato de amonio) (43%), el fosfato diamónico (18%), el fosfato monoamónico (13%), el superfosfato triple (9%), el potasio (6%), el zinc (3%), el boro (2%), otros (6%).