Petroperú está en crisis y con un directorio que ya renunció. Al respecto, el gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva (BCR), Adrián Armas, señaló que es necesario que la empresa estatal cuente con una “gestión adecuada” para salir de este problema que arrastra desde hace muchos años.
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“La situación, como todos sabemos, es delicada. La parte importante en la empresa es que pueda elevar su producción de acuerdo al potencial que tiene con la nueva Refinería de Talara. Una parte fundamental es tener una gestión adecuada, mejorar ciertamente porque vemos que en los últimos años esta gestión se ha deteriorado”, aseguró.
Asimismo, señaló que es importante que la petrolera cuente con capital de trabajo para que pueda operar “y salir adelante”.
El último miércoles, el Ejecutivo aprobó en Consejo de Ministros un nuevo salvataje para la compañía del Estado. Esta ayuda es una medida de viabilidad financiera, aunque no se informó cuánto se inyectaría a la empresa que tiene una deuda de aproximadamente US$8,500 millones y que hoy se ha quedado sin caja.
En breves declaraciones a este diario el último jueves, el titular de Energía y Minas, Rómulo Mucho, aseguró que la norma sería publicada ese mismo día, sin embargo, hasta el cierre de esta edición aún no ha sido promulgada.
SIN PRIVATIZACIONES
Por otro lado, el integrante del renunciante directorio de la petrolera, Pedro Gamio, manifestó que este grupo nunca tuvo la intención de que la compañía sea privatizada, tal y como lo señalaron algunas voces que se oponen a la reestructuración.
“El único objetivo era hacer de Petroperú una empresa competitiva, transparente, de rango internacional que durante su historia le dio al país solo el 20% de pérdidas. El 80% de todo ese tiempo eran de utilidades”, aseguró durante su exposición en la Expomina 2024.
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No obstante, resaltó la necesidad de que exista una reestructuración que permita, hacia finales de 2028, tener ya cuentas en azul.
“En caso no hagamos ese trabajo, buscando socios estratégicos de primer nivel, y si los laboralistas nos dicen que es imposible reducir personal de quienes no se acojan a un programa de incentivos por más generoso que sea, pues hay que pedir al Congreso facultades para que, las personas que, de acuerdo con una evaluación técnica y rigurosa, sean considerados excedentes, pasen a una entidad pública para que luego sean reubicados en otros puestos”, añadió.
En ese sentido, señaló que no se le puede exigir a la compañía pública que tenga tanta carga, y menos que se encargue de errores de otras instituciones. “El Perú no puede seguir abusando de que Dios es peruano”, añadió.
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