La CCL planteó medidas para reducir la informalidad. (USI)
La CCL planteó medidas para reducir la informalidad. (USI)

Redacción PERÚ21

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Los sobrecostos laborales en Perú están entre los más altos en América Latina, en especial dentro del bloque de la Alianza del Pacífico, señaló el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

César Peñaranda, director ejecutivo de la CCL, dijo que los emprendedores asumen hasta un 60% de estos sobrecostos, debido a la rigidez de la actual legislación laboral, que se constituye en uno de los principales factores que impiden la formalización y le resta competitividad al sector productivo.

En ese sentido, comentó que dichos sobrecostos en países como Colombia, México y Chile alcanzan el 54, 36 y 32%, respectivamente.

Peñaranda explicó que la legislación establece que los empleadores deben asumir anualmente el pago de dos gratificaciones, y un mes de vacaciones, contribuciones al seguro de salud y el depósito de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), entre otros beneficios. En el caso que el trabajador cuente con carga familiar se incluye la asignación familiar equivalente al 10% de la remuneración mínima.

"Esto quiere decir que además del pago por el trabajo efectivo, el empleador debe aportar adicionalmente el 60% de la remuneración para cumplir con lo establecido en la regulación laboral, convirtiéndose en un sobrecosto laboral", indicó.

Agregó que las normas de protección del empleo constituyen impuestos a la reasignación de la mano de obra, razón por la cual se les considera también como impuestos a la productividad, porque una tasa elevada induce a las empresas, por un lado, a menores despidos en épocas de recesión y, por otro lado, a un menor incentivo para contratar más trabajadores en periodos de expansión económica .

Peñaranda planteó que las medidas para reducir la informalidad deben estar dirigidas a disminuir los costos y aumentar los ingresos percibidos que se obtendrían si las empresas fueran formales, para lo cual se debe flexibilizar el marco regulatorio del mercado laboral y buscar paralelamente la mejora del capital humano con inversión en educación y capacitación.