Un año después: El Castillo de Pedro se derrumba

Los peruanos y peruanas trabajadores no tienen mucho tiempo para hablar de política. Tienen que trabajar, trabajar y trabajar. Y esta preocupación por asegurar el pan de cada día se debe a que realmente estamos entrando en una etapa de crisis económica mucho más grave de lo que pensamos.

Desde la llegada de Pedro Castillo a la presidencia, el promedio de gasto de una familia peruana de cuatro miembros en alimentos, aumentó en 17.2% de julio de 2021 a julio de 2022. ¿Qué significa esto? Que en cada hogar hay menos dinero, menos recursos para invertir en educación, vivienda, cultura y hasta en entretenimiento.

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Analizando específicamente los diferentes tipos de rubros de alimentos, sorprende la variación que han tenido en un año los siguientes artículos: el pollo aumentó un 16.8%, el aceite clásico (botella de 1 litro) aumentó un 11.1%, el arroz corriente aumentó un 21.7%, la leche fresca en bolsa (12 bolsas de litro), finalmente aumentó un 10.1%.

Y de esto amigos no se puede culpar al Congreso. De todo esto se encarga el Poder Ejecutivo liderado por el Presidente, la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Economía y las entidades vinculadas a la generación de inversión y empleo.

Respecto a la canasta de consumo total (alimentos, ropa, transporte, educación y ocio), el aumento que se ha generado en el último año, desde el inicio del gobierno de Castillo, ha sido de 6.3%, situándose en S/1,579. Si lo contrastamos con el ingreso promedio de Lima Metropolitana, que se ubicó en S/1,667.2 de abril a junio de 2022, la canasta de consumo total abarca el 94.71% de los ingresos promedios familiares. ¿Qué significa esto? Que prácticamente TODO el sueldo de un peruano o peruana que se rompe el lomo trabajando se va volando a fin de mes.

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En términos laborales, las cosas se ven igual de feas. En lo que va del 2022, al primer trimestre del año, el sector formal ha perdido 181 mil puestos de trabajo, y ha visto reducido sus salarios en 3%. Comparado a niveles prepandemia, el salario es 5.5% menor y se perdieron 423 mil puestos de trabajo. Castillo entonces no ha hecho nada para generar empleo de calidad, ese que se genera en la empresa privada.

Si bien es cierto el Estado está contratando temporalmente a gente a sus programas y obras, utilizando para ello dinero de los contribuyentes, recuerden que el trabajo que da el Estado no es productivo, es solo un gasto. Es como un subsidio. Sirve temporalmente, pero no es sostenible.

En conclusión, lo que ha logrado el presidente Pedro Castillo es que haya más pobres en un país rico y, por lo tanto, que haya menos ricos en un país que su gobierno está dejando pobre. ¿Es esto lo que querías querido contribuyente cuando votaste por el “profesor”?

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