(Foto: archivo Presidencia)
(Foto: archivo Presidencia)

Fueron 2,2 millones de peruanos que quedaron desempleados en el 2020, según datos del INEI; la población ocupada disminuyó un 13% y el PBI se contrajo un 11.12%. De esto no nos hemos recuperado. Los más afectados son los trabajadores de sectores comerciales que viven del día a día.

La hizo notaria las dificultades que enfrenta el mercado laboral peruano, que venía de alcanzar en 2019 una informalidad de 71.6%, mientras que en 2020 las restricciones sociales agravaron la situación y la informalidad subió a 73.4% en el segundo trimestre, para luego cerrar ese año en 72,7%.

Somos más informales y pobres que antes, y se necesita ayuda del Estado para que la recuperación sea más rápida. ¿Cómo? Dando las condiciones que faciliten la creación de empresa y de empleos, pero eso no está sucediendo.

Laen la crisis sanitaria representó una vía para la creación de empleo formal y de paso ayudó a mejorar la productividad, amenazada por el aislamiento social. En Perú las empresas de tercerización en el sector privado contrataron a un total de 84,767 trabajadores en 2020, según datos oficiales.

La mayor cantidad de empleados bajo esta modalidad están en actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, con 70.819 trabajadores en el primer año de la pandemia. Esto permitió disminuir el impacto del shock de la pandemia en el mercado laboral.

Pero esta cifra representa una caída del 37% con respecto al 2019, cuando la cantidad de trabajadores ocupados en empresas de tercerización se situó en 133.863. Es decir, mucha gente perdió su trabajo en empresas proveedoras de tercerización.

En 2021 aumentó la cifra de trabajadores relacionados a actividades tercerizadas, al llegar a un total de 114.060 empleados, según datos a junio de 2021, lo que representa un aumento del 35% frente al 2020, pero un retroceso del 15% respecto al 2019.

La norma que restringe este mecanismo de contratación no no solo golpeará a las empresas de tercerización, sino a todo el mercado formal que es el que da el trabajo estable y con beneficios.

La tercerización trae más inversión y trabajo

El decreto que restringe la tercerización laboral del , que empezará a regir en menos de 130 días, vulnera la libertad de contratar, porque prohíbe tercerizar “actividades nucleares”, término que además no existe en la legislación laboral vigente y desconoce que muchas empresas buscan tercerizar ciertos servicios porque son más eficientes en determinados procesos productivos, ya sea por una mayor especialización, infraestructura, talento humano o capacidades económicas. Por ello, forzar a una empresa a absorber al trabajador tercerizado no solo viola el derecho de libertad empresarial, también es una señal negativa al mercado que desincentiva la inversión o el desarrollo de actividades productivas. Por el contrario, como hemos visto, hay estudios y sólida evidencia empírica que apunta a que la tercerización atrae la inversión y genera más empleo, que es lo que urge en un contexto de crisis como el de ahora.

Finalmente, el decreto incurrió en varias irregularidades sobre su publicación y aprobación, porque no cumplió las disposiciones reglamentarias de someter la norma a comentarios de la ciudadanía por un espacio de 30 días.

Exoneran IGV a los alimentos, pero…

Se pusieron de acuerdo. La Comisión de Economía del Congreso aprobó allanarse a la propuesta del Ejecutivo de exonerar del a cinco alimentos de la canasta básica hasta el 31 de julio del 2022. Los productos serán la carne de pollo, azúcar, huevos frescos, fideos (pastas alimenticias sin cocer) y el pan. Pero solo el 5% del costo fiscal de esta medida beneficiará a los más pobres. “Lo eficiente sería la implementación de subsidios directos y focalizados”, señaló Phase Consultores.