A partir del 1 de julio, los grifos venderán solo dos tipos de gasolina: premium y regular, medida que afectará a más de 700 mil vehículos en todo el Perú. (Foto: Eduardo Cavero / GEC)
A partir del 1 de julio, los grifos venderán solo dos tipos de gasolina: premium y regular, medida que afectará a más de 700 mil vehículos en todo el Perú. (Foto: Eduardo Cavero / GEC)

Por Asociación de Contribuyentes

En 15 días se aplicará un cambio fundamental en la forma de comercializar gasolinas en Perú. Los grifos : regular y premium, medida que se aprobó en mayo del 2021 a través del Decreto Supremo 014-2021-EM.

¿Qué implica esto? Que la gasolina regular (91 octanos) agrupará a las de 84 y 90 octanos, y la gasolina premium (96 octanos) incluirá a las 95, 97 y 98.

En el corto plazo, esta simplificación aumentará entre S/2 y S/3 el precio por galón del combustible regular, porque el conductor que hoy le echa gasolina 84 a su vehículo tendrá que comprar gasolina de 91, que es de mejor calidad, pero tendrá que pagar más, lo cual afectará el presupuesto de los sectores de menor poder adquisitivo, en un contexto de crisis y de alza generalizada de precios en el país.

Para dimensionar el impacto de la medida, el economista Cacio Aldana, investigador de la Asociación de Contribuyentes y del Instituto Acción, analizó la Encuesta Residencial de Consumo y Usos de Energía (ERCUE) 2019-2020, y halló que cuatro de cada cinco hogares en Perú usan gasolina como combustible vehicular. La de 90 octanos, seguida por la de 84, son los de mayor consumo a nivel nacional, con una mediana mensual por hogar de 15 galones.

Las cifras muestran que el 47% de los usuarios de combustible vehicular en el país usan gasolina de 90 octanos, lo que en términos absolutos equivale a 1′658,500 vehículos. En segundo lugar, están los consumidores de gasolina de 84 octanos, con una presencia del 20% que corresponde a 705,745 vehículos. Estos últimos son los que enfrentarán los sobrecostos para abastecerse de combustible.

“A nivel regional, tenemos zonas como Puno, Piura y Lambayeque, que dependen en gran medida del gasohol 84, y también se verán afectados con el aumento de precio”, explicó Aldana.

“La encuesta también revela que uno de cada tres hogares destina alguna de sus unidades motorizadas como herramienta de trabajo, negocio o actividad productiva. En el caso del consumo de la gasolina de 84 octanos, se verían afectados 56,359 vehículos cuyos conductores se dedican a una actividad económica en particular y que, por el tipo de combustible, es previsible que gran parte de ellos sean taxistas”, agregó.

A ello se suma otro problema: en Perú hay unos 5,000 grifos que no han sido considerados en un plan o proceso logístico y de preparación sobre las nuevas disposiciones.

“Esta ausencia de criterios generará distorsiones y riesgos en la distribución de los combustibles en las estaciones de servicios, que se complementa con ineficiencias en el proceso de tributación, un escenario totalmente innecesario para la difícil situación política, social y económica que atraviesa el país”, comentó Aldana.

El hambre también apremia en el país

Un informe de Apoyo Consultoría reveló que en el Perú hay 1.3 millones de personas que no llegan a cubrir el costo de una canasta básica de alimentos, lo que equivale al 4% de la población nacional.

El estudio sostiene que el mercado laboral incidió en que el porcentaje de la pobreza se mantenga en 26%, por encima del 20% que había en 2019, antes de la pandemia. A esto se suma que hay unas 420,000 personas más en extrema pobreza que no pueden cubrir sus gastos en alimentos.

“El porcentaje de la población en extrema pobreza que trabaja es similar al de la población no vulnerable de ingresos más altos”, se lee en el informe, pero sus ingresos son mucho más bajos, debido a que solo pueden acceder a empleos de baja productividad y que en la mayoría de las veces están en el sector informal.

Apoyo también sostiene que el país ha retrocedido unos 10 años en la lucha contra la pobreza, dado que actualmente una de cada cuatro personas es pobre, mientras que en 2019 era uno de cada cinco peruanos.