[OPINIÓN] Patricia Teullet: El valor de una sonrisa

“En Operación Sonrisa participan médicos voluntarios del país y del exterior. Si bien hay apoyo de entidades estatales, realizan una tarea que el Estado debería estar desarrollando permanentemente”.
“En Operación Sonrisa participan médicos voluntarios del país y del exterior. Si bien hay apoyo de entidades estatales, realizan una tarea que el Estado debería estar desarrollando permanentemente”.

Esmín tiene 4 años y medio, y nació con una condición de labio fisurado bilateral. Vilma, su madre, se dedica a la crianza de gallinas, pollos y terneras, y al cultivo de papa, maíz y cereales para alimentar a su familia y como medio de subsistencia para mantener a sus dos hijos. El padre de Esmín abandonó a la familia cuando vio que su hijo nació con el labio fisurado. Vilma, sea por vergüenza o para protegerlo de las burlas de los otros chicos, optó por mantener al niño encerrado, sin poder salir a jugar con su hermano ni los otros niños del pueblo.

Vilma y sus hijos viven en Sartimbamba, un poblado a tres horas del Centro Hospitalario más cercano y a 10 horas en bus de la ciudad de Trujillo. Cada 15 días viajaba hasta el hospital para consultar si podían ayudar y atender a su hijo. Sin embargo, recibía la misma respuesta siempre: “Para ese tipo de atenciones necesita viajar a Lima”. Es decir, a 22 horas de distancia en bus.

Una prima de Vilma descubrió Operación Sonrisa Perú a través de las redes sociales. Encontró que había en Lima un programa quirúrgico para pacientes con la misma condición que Esmín y contactó a la organización. Con la ayuda de su prima y los vecinos (que hicieron una colecta), Vilma venció sus temores y subió al bus camino a Lima.

En Lima, Esmín y su mamá conocieron a otros padres y niños con el mismo problema (labio fisurado o paladar hendido —ya no se le llama labio leporino—, cuyas causas son varias pues, entre otras, puede tratarse de un problema hereditario, malnutrición, humo por cocina a leña dentro del hogar o exposición a pesticidas en el campo durante el embarazo) y se sometió a Esmín a la operación que necesitaba. No más encierros para Esmín; ahora por fin aparece con su gran y hermosa sonrisa en las fotos de las que antes era excluido.

En Operación Sonrisa participan médicos voluntarios del país y del exterior. Si bien hay apoyo de entidades estatales, realizan una tarea que el Estado debería estar desarrollando permanentemente: operaciones gratuitas en Lima y también en otras localidades. En el Perú, con lo que recaudan a través de donaciones de personas naturales y empresas, operan de manera gratuita a alrededor de 300 pacientes al año (nacen anualmente 900 con este problema que trastorna por completo la vida del niño y de su familia).

Durante estos días, a través de Yape, Plin o una donación en cuenta, se está llevando a cabo la campaña de recolección de fondos para Operación Sonrisa. La información se puede encontrar en su página web www.operacionsonrisa.org.pe. A veces una sonrisa es mucho más que una sonrisa. Es el resultado de un milagro. Y está a nuestro alcance realizarlo.

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