Estamos a pocas semanas del inicio de un nuevo año escolar y esperamos que el escenario social no genere demoras ni retrasos en el regreso a clases previsto para el 13 de marzo.
Uno de los grandes problemas que aquejan al sistema peruano es la deserción escolar, que se agudizó con la pandemia.
Hace unos días, la Defensoría del Pueblo indicó que casi 62,000 estudiantes no se reincorporaron al sistema educativo en 2022. Las regiones con mayor abandono de escolares fueron Cajamarca (70%), Amazonas, La Libertad (ambos con 60%), Piura (58%), Áncash, Madre de Dios y San Martín (más del 50%).
Las cifras son más trágicas si las sumamos a las brechas de aprendizaje. ¿Cómo garantizamos que estos miles de estudiantes se reinserten al sistema educativo? ¿Cómo trabajamos para que cada estudiante en las escuelas pueda recuperar el tiempo perdido?
Sistemas de seguimiento y acompañamiento se hacen indispensables: debemos garantizar las vacantes en las escuelas, la infraestructura y las carpetas necesarias; debemos lograr que los docentes estén en clases y posean las herramientas de acompañamiento necesarias; que tengamos espacios para la recuperación de aprendizajes y de acompañamiento para que ni un niño más deje de estudiar.
Son muchas las demandas del sector, pero ahora debemos enfocarnos en el inicio del año escolar y que este no solo permita recibir alumnos en las mejores condiciones, sino también que ellos puedan trasladarse sin problemas y que estén libres de peligros en todo el país.