"Una experiencia de este tipo donde se usa la tecnología para conectar personas que comparten sin importar el lugar donde viven, recibir retroalimentación de una inteligencia artificial en base a la experiencia de miles de personas, tener tiempo para realizar mis actividades de acuerdo con mis intereses, son algunas de las ventajas que podemos aprovechar al incorporar la tecnología con el propósito de beneficiar a cada estudiante para que tenga un aprendizaje personalizado".
"Una experiencia de este tipo donde se usa la tecnología para conectar personas que comparten sin importar el lugar donde viven, recibir retroalimentación de una inteligencia artificial en base a la experiencia de miles de personas, tener tiempo para realizar mis actividades de acuerdo con mis intereses, son algunas de las ventajas que podemos aprovechar al incorporar la tecnología con el propósito de beneficiar a cada estudiante para que tenga un aprendizaje personalizado".

Una estudiante de 13 años llega a su y pasa por una pantalla con reconocimiento facial que se encuentra en la entrada y al identificarla como estudiante del colegio la deja ingresar y escucha una voz que le dice: “Buenos días, Diana, esfuérzate hoy en la presentación de tu proyecto”.

En la primera parte del día se unirá virtualmente a su grupo de trabajo que lo conforman otros estudiantes de 5 países diferentes, con quienes viene trabajando desde la primera semana de clases, dado que tienen el mismo interés: diseñar el mejor hospital en una ciudad donde hace mucho calor, pero con el reto de no usar aire acondicionado para contrarrestar el efecto invernadero de nuestro planeta.

Luego revisa su nota parcial en la plataforma del colegio, que recoge la retroalimentación de sus compañeros de grupo, su profesor y un experto en proyectos que vive en Sudáfrica, quien ha estado asesorando a su grupo. Además, recibe ideas de cómo mejorar su proyecto en base a otros miles de estudiantes en el mundo que también han trabajo un proyecto igual o parecido al suyo.

Al terminar el día se encuentra con su tutora con quien tiene una sesión de mentoría para evaluar sus aprendizajes de este bimestre y crear sus metas para el siguiente. Al retirarse del colegio Diana sale muy motivada porque sigue pensando en los retos que aún tiene en su proyecto y en los que puede mejorar en el siguiente. A la salida, la pantalla de reconocimiento facial registra que se retira del colegio y le recuerda que aún le falta beber 300ml de agua para mantener una hidratación adecuada. A lo que Diana agradece con una sonrisa.

Una experiencia de este tipo donde se usa la tecnología para conectar personas que comparten sin importar el lugar donde viven, recibir retroalimentación de una inteligencia artificial en base a la experiencia de miles de personas, tener tiempo para realizar mis actividades de acuerdo con mis intereses, son algunas de las ventajas que podemos aprovechar al incorporar la tecnología con el propósito de beneficiar a cada estudiante para que tenga un aprendizaje personalizado.

Este ejemplo de experiencia, mucho más digital de un colegio, puede ser factible o no de realizarse, pero es innegable que la necesitamos para mejorar la gestión, la experiencia del maestro y de los estudiantes, alcanzar los objetivos de los aprendizajes académicos o los socioemocionales. No podemos ser los últimos en usar sus beneficios porque el sector educación forma y prepara a las futuras generaciones para impactar de manera positiva en el mundo.

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Hugo De Zela

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