Uno de los múltiples propósitos que tiene la escuela es el de contribuir al desarrollo de las competencias ciudadanas. Pero esto no se logra memorizando los contenidos que se tiene previsto en un curso o año escolar, o repitiendo muchas veces una sola acción.
Un verdadero aprendizaje de competencias ciudadanas debe incluir los contenidos sí, pero sabiendo aplicarlos en diferentes contextos y realidades, y sobre todo, tomando en cuenta los valores que involucra dicha acción, respetando y sin atropellar los derechos de los demás.
Es por eso que, una propuesta de ley para que se cante el Himno Nacional todos los lunes en las escuelas contradice todo lo que la escuela moderna hace. Un proceso de aprendizaje con sentido motiva a los estudiantes a querer seguir aprendiendo, porque logra que se identifique e involucre con el bien común, que sea consciente de la problemática de su comunidad o país y que quiera intervenir para mejorarlo.
Necesitamos símbolos que nos unan, sí, pero sobre todo necesitamos despertar en nuestros niños, niñas y jóvenes amor por su país y ganas de contribuir en su desarrollo. Así como solo ir a elegir autoridades cada cierto tiempo sin mayor conocimiento de quiénes son los candidatos o qué propuestas tienen, no nos vuelve ciudadanos, de la misma manera cantar el Himno Nacional no desarrolla las competencias ciudadanas que nuestros estudiantes deben aprender.