"Bajo esta metodología, se propone que los estudiantes trabajen en “proyectos auténticos” donde aborden problemas del mundo real, integrando diversos cursos".
"Bajo esta metodología, se propone que los estudiantes trabajen en “proyectos auténticos” donde aborden problemas del mundo real, integrando diversos cursos".

Muchas veces escuchamos que existen diversas formas de aprender y de enseñar, pero no sabemos cuál es la mejor metodología para que nuestros hijos o hijas aprendan de manera más efectiva. Existe evidencia de que algunas formas de enseñar promueven el desarrollo de competencias esenciales para afrontar los desafíos actuales y futuros. Estas competencias, denominadas del siglo XXI, son promovidas por la UNESCO y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), ya que las nuevas generaciones deben enfrentar cambios mucho más frecuentes en el mundo y estar preparadas para un futuro que todavía no conocemos.

¿Cómo desarrollar estas competencias, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación efectiva, la colaboración, la alfabetización digital y la conciencia cultural? Una respuesta a estas demandas es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). Un ejemplo exitoso de implementación de esta metodología proviene de la red de instituciones educativas HTH (High Tech High) en San Diego, California.

Bajo esta metodología, se propone que los estudiantes trabajen en “proyectos auténticos” donde aborden problemas del mundo real, integrando diversos cursos. Además, se fomenta el trabajo en equipo, promoviendo la autonomía y el uso de tecnología. El maestro cumple un rol fundamental como facilitador del aprendizaje de sus estudiantes. Los proyectos nacen de la realidad de la comunidad y culminan en presentaciones públicas, brindando a los estudiantes la oportunidad de mostrar lo que aprendieron e impactar en su comunidad, llevando el aprendizaje fuera del aula.

Se busca profundizar en los aprendizajes por encima de la cantidad de temas que se pueden abordar, además de mantener y desarrollar en el estudiante su curiosidad. Se trabaja mucho más en el “ser” que solo en el aprendizaje de conocimientos, ya que los estudiantes no solo aprenden, sino que se dan a conocer en la comunidad, se sienten apoyados en las ideas y acciones que proponen, brindándoles la confianza de que pueden contribuir de manera positiva en su entorno.

Aunque en nuestro país existen colegios que promueven esta metodología, su adopción aún es limitada si aspiramos a tener un impacto a nivel nacional en los aprendizajes. Para lograrlo, necesitamos, desde las autoridades educativas, lineamientos claros para desarrollarla y una normativa que promueva el ABP. Como todo inicio, se puede autorizar a un número limitado de colegios para que apliquen ABP en nuestro contexto, para luego poder desplegarlo en todos los colegios del Perú.

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