“Cuando Castillo anunció su intención de estatizar o nacionalizar Camisea, lo hizo exprofeso y se condice, plenamente, con el Ideario de Perú Libre”. (Foto: Difusión)
“Cuando Castillo anunció su intención de estatizar o nacionalizar Camisea, lo hizo exprofeso y se condice, plenamente, con el Ideario de Perú Libre”. (Foto: Difusión)

La izquierda es especialista en reescribir la historia. Ahí está el ejemplo más grosero cuando al terrorismo lo renombraron ‘conflicto armado interno’ y a sus asesinos como “luchadores sociales”.

Son también genios para contar cuentos que no tienen sustento sobre un supuesto paraíso socialista en el que todos seremos felices e ‘iguales’ guiados por una pléyade de iluminados, pese a que todos los intentos de llegar a ese nirvana han fracasado siempre.

Y acaso donde más brillen es en inventar, interpretar o tergiversar términos, pretendiendo darles nuevo sentido a conceptos que son claros, tal como acaba de pasar, con las nada sorpresivas declaraciones de Castillo y las interpretaciones de lo que habría querido decir, hechas por Francke y otros, haciendo gala de una gimnasia gramatical que ni Comaneci podría emular.

Quieren que creamos que nacionalizar recursos naturales no es estatizar o expropiar, sino poner al servicio de los peruanos los mismos, lo que sea que ello signifique.

Cuando Castillo anunció su intención de estatizar o nacionalizar Camisea, lo hizo exprofeso y se condice, plenamente, con el Ideario de Perú Libre cuyo capítulo XVIII (Sobre nuestra soberanía) dice: “Recuperación y administración total de los principales recursos estratégicos. La estatización o nacionalización de los principales yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y centros energéticos (…). El Estado debe tomar el control total (…)”. Más claro no se puede.

Castillo sigue, perfectamente, el ideario, aunque los dignos, ‘socialconfusos’ y demás aturdidos que nos han sumido en esta pesadilla quieran convencerse y convencernos de lo contrario.