Las dificultades económicas de Italia no son tan graves como hace un año atrás y el fin de la crisis se acerca, dijo hoy el primer ministro italiano, Mario Monti.
"Hace un año pensábamos menos que pasábamos por una crisis, pero creo que estábamos más sumidos en ella", dijo Monti en una conferencia en Rimini. También declaró que veía el fin de la crisis "acercándose de alguna forma".
Agregó que su gobierno no espera que sus ajustes, que incluyen una reforma al mercado laboral y las pensiones, una revisión del gasto y desregulación, tengan efectos inmediatos de apoyo al crecimiento en la economía.
Sin embargo, espera que hagan caer los costos de endeudamiento del país más rápido que hasta ahora, lo que facilitaría la recuperación de la economía de Italia.
De otro lado, aseguró que sería una "tragedia para Europa" si algún estado de la Eurozona abandonase el euro y la divisa comunitaria se convirtiese así en un factor de desintegración, con lo que se reanimarían "los prejuicios del norte contra el sur y viceversa".