El aceite, el gas, el pollo, el pan, entre otros, hoy están más caros, pero no por un “sabotaje de la derecha”, como dicen algunos analistas y voceros de tendencia izquierdista.
El aceite, el gas, el pollo, el pan, entre otros, hoy están más caros, pero no por un “sabotaje de la derecha”, como dicen algunos analistas y voceros de tendencia izquierdista.

En las últimas semanas, hemos visto cómo en mercados y supermercados los precios dese han incrementado de valor. Los aceites antes valían entre S/8.50 y S/9.80, ahora los encuentras a poco más de S/11; o el pollo, que si antes costaba entre S/7.50 y S/ 8, hoy está entre S/10 y S/11. Este incremento de precios en productos básicos impacta severamente a los ya golpeados bolsillos de los peruanos. Es más, diversos líderes gremiales y sociales han planteado que el Gobierno declare en “emergencia alimentaria” al país. Pero esto no resuelve nada.

Dicen algunos que la causa del alza de precios es un complot de las empresas. Así lo planteó incluso hace algunas semanas una congresista de . Esta es una de las tantas falacias que se encargan de esparcir, lamentablemente, quienes actúan sobre la base de una ideología antiempresa y antilibertad económica. ¿Puede ser esto cierto?

La economía se mueve sobre la confianza. Cuando hay confianza en las reglas de juego que pone el Estado y en la y social de un país, los empresarios invierten, contratan, porque saben que ambas, inversiones y contrataciones, les darán una mayor rentabilidad y harán crecer su negocio.

Muy sencillo. “Si el Gobierno no da señales de confianza, los empresarios no pueden invertir más ni contratar más. Esto ocurre desde la señora que tiene un puesto en el mercado o el taxista que paga mes a mes su vehículo o el gran inversionista institucional”, señala Manuel Muñoz, economista de la Asociación de Contribuyentes del Perú.

¿Qué hacen cuando desconfían? Dejan de usar soles, dejan de gastar y se refugian en el dólar. El dólar ha pasado de valer aproximadamente S/3.60 en febrero a aproximadamente S/4.00 en agosto. Esto no es cualquier cosa. Las razones principales son dos: una subida del dólar a nivel internacional desde hace algunas semanas. Y la incertidumbre que genera el presidente Castillo, su gabinete y sus ideas económicas y políticas.

Ahora imaginen un importador de maíz que les vende a empresarios avícolas. Todos los meses genera una orden de compra para importar la misma cantidad, los días 30. El 30 de enero de 2021, importó US$500,000, pero primero tuvo que comprar esos dólares. ¿Cuánto era el tipo de cambio? S/3.64. ¿Cuántos soles necesitó? S/1′820,000. El 30 de julio de 2021, ¿cuántos soles necesitó para hacer la orden? S/2′035,000. Esto es S/215 mil adicionales para comprar la misma cantidad de maíz, porque el dólar alcanzó ese día los S/4.07 con respecto al dólar. ¿A quién le debe cargar este excedente el importador de maíz? Al criador de , quien a su vez se lo cargará al distribuidor de pollos; este se lo cargará al vendedor y este al cliente final: nosotros, usted, nuestras madres, su esposa o esposo. Así funciona la economía.

BCR: debería ganarse un premio en vez de un juicio

El Banco Central de Reserva (BCR) debe vender dólares para evitar que el tipo de cambio siga aumentando. Desde el 30 de julio, después del nombramiento de Guido Bellido, al 6 de agosto, el BCR, vendió US$2,170 millones. Sí, en solo seis días. Y aun así la moneda peruana se sigue devaluando.

¿Nos pasa solo a nosotros? En el caso chileno, desde inicios de año, su moneda se ha depreciado un 10%. ¿Causas? Variables internacionales, pero sobre todo la incierta y complicada situación política y social de nuestro vecino del sur, que está en medio de un proceso constituyente, además. En el caso de Colombia, están peor. Su moneda, el peso colombiano, ha perdido 15% de su valor desde inicio de año. ¿Y por qué? Exacto, también por problemas políticos y económicos.

Conclusión: si el gobierno de Perú Libre no genera predictibilidad, estabilidad y confianza, serán los responsables de una crisis económica muy profunda y nadie (esperamos) quiere algo así.

Control de precios descartado

“Desde el punto de vista macroeconómico, concuerdo con lo que ha dicho Julio Velarde, esta inflación es un fenómeno mundial y temporal. Nuestra idea es tratar de ver una ayuda directa para la población, porque el control de precios está descartado”. Así lo explicó Pedro Francke, actual ministro de Economía, al descartar alguna medida de control de precios en el mercado local.

El control de precios esconde el costo real de la producción y el transporte de los bienes, y obliga a los empresarios a dejar de producir o a reducir su calidad. Los únicos y principales afectados son siempre los consumidores.