Tras el fin de la primera temporada de pesca de anchoveta, el sector logró conseguir completar casi toda la cuota asignada. , viceministro de Pesquería y Acuicultura, espera que los resultados se repitan en el segundo periodo y que se logre promover el crecimiento de las actividades acuícolas nacionales.

En conversación con Perú21, el titular de viceministerio dio mayores detalles acerca de las expectativas sobre la segunda temporada, el impacto de las campañas de consumo de pescado, las vedas de especies pesqueras y la posible ampliación de la Ley de Promoción Agraria.

Varias especies pesqueras están en un periodo de veda, ¿Cuál es la importancia de implementar y hacer respetar estas medidas?
Es muy importante para la conservación de las especies, tanto para las marinas como para las de lagos o ríos. Las vedas son medidas que sirven para realizar un aprovechamiento racional y sostenible que asegure una seguridad alimentaria para todos. Tenemos que proteger el ecosistema marino. 

Por ejemplo, en el caso del pejerrey, hay muchos restaurantes que lo ofrecen y clientes que lo piden ¿Falta un trabajo de concientización en el consumidor peruano?
Existe mucha falta de información. Se tiene que divulgar y promover más sobre las especies que están en veda. De esta forma, los consumidores no comprarán estas especies, salvo que las mismas hayan sido pescadas y congeladas antes del periodo de veda. Tenemos una dirección de fiscalizaión muy activa en las playas y muelles. 

El cierre de la primer temporada de pesca registró que el sector logró una captura del 98% de la cuota asignada ¿A qué se deben estos buenos números?
La ley de cuotas ha funcionado bastante bien. Además, hubo un clima y hábitat apropiado para la anchoveta. Los controles y las vedas nos permite asegurar una biomasa que ayudan a establecer cuotas importantes. La última fue de 3 millones 300 mil toneladas, siendo una de las cuotas más grande de los últimos años. Esto se debe a un trabajo conjunto entre el sector público y el sector privado. Cada vez hay más compromiso con la sostenibilidad del sistema marino, lo cual se complementa con el trabajo científico del IMARPE que constantemente monitorea las especies.

La segunda temporada debería empezar en la última semana de noviembre, ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Las condiciones climáticas son favorables?
Esperamos que se repita lo conseguido en la primera temporada. Hay que ver cómo viene evolucionando el recurso. Tenemos buenas expectativas. El clima hace prever que tendremos otra cuota importante. Los reportes de ENFEN indican que el Fenómeno El Niño no tendrá repercusiones mayores. 

Sobre la acuicultura, ¿cuál son las proyecciones del sector y que acciones se está tomando para su desarrollo?
Cada vez hay menos pesca y más acuicultura. La industria acuícola en el mundo representa 232 mil millones de dólares y el sector nacional está en el orden de los 300 millones de dólares, eso quiere decir que representamos el 0.1% de la acuicultura mundial. Más que un problema, esto es una oportunidad muy grande. Hay un potencial muy amplio para crecer. En el uso de las facultades que el Congreso nos ha dado, estamos enviando un decreto legislativo al Consejo de Ministros para que sea aprobado y se promocione más la acuicultura.

Todavía se debate la ampliación de la Ley de Promoción Agraria; sin embargo, el Ejecutivo planteó extender los beneficio a las actividades acuícolas ¿Cuánto podría beneficiarse el sector?
Queremos que la acuicultura tenga las mismas condiciones que se le dio en su momento en el sector agroexportador. Estas medidas lograron que el sector pase de 3 millones dólares a 6 mil millones dólares. Creemos que estas cifras se pueden replicar en la acuicultura porque tenemos las condiciones marítimas y continentales suficientes para que la empresa privada invierta. Esto generaría cientos de miles de empleos directos e indirectos. Ese es uno de los objetivos importantes del presidente Martín Vicarra, quien apuesta por la acuicultura como una de las armas importantes para combatir la anemia y desnutrición crónica.

¿Tiene plena confianza en qué se aprobará la ampliación de la Ley de Promoción Agraria?
Creo que si se dará porque es necesario generar incentivos en aspectos tributarios y de empleo. Tiene que haber una flexibilidad que permita que el inversionista tenga menos riesgo en sus emprendimientos.

De acuerdo a la FAO, entre el 2013-2015, el Perú fue líder en consumo promedio per capita de pescado (21,8 kilos) en América Latina, ¿Cuál fue la trascendencia de las campañas de consumo en esas cifras?
Hemos logrado un salto importante en la ingesta de pescado. Esperamos que nuestros programas e iniciativas, tales como 'A Comer Pescado' y 'De la red a la mesa', ayuden a que cada vez más peruanos coman pescado. Hay que aprovechar lo que tenemos. El Perú tiene una diversidad pesquera que no tienen otros países. Dentro de poco, abriremos la Mesa del Atún, la cual servirá para que la población vuelva a tener confianza en el consumo de conservas nacionales, sector que se vio afectado por los problemas con la importación de conservas chinas de caballa.

Con respecto a la construcción y mejoramiento de embarcaderos pesqueros artesanales, ¿Cómo vienen realizándose los trabajos para estas implementaciones?
Estamos trabajando arduamente en eso. El ministro Raúl Pérez-Reyes tiene como uno de sus más grande objetivos entregar entre 18 a 20 embarcaderos habilitados para el año 2020. No basta con tener solo la infraestructura y el equipo, es importante que estén aprobados por SANIPES. Esto ayudará a que la pesca artesanal pueda ser exportada y logrará generar mayores ingresos para los pequeños pescadores. A través de un decreto legislativo, en el uso de las facultades del Legislativo, estamos buscando continuar con la formalización de la pesca artesanal. Queremos que todo el sector sea legal. Actualmente, existe todavía cerca de un 40% ilegal. 

Con el fin de conseguir los objetivos planteados por el Ministerio, será básico establecer una comunicación fluida con los pescadores artesanales ¿Continuarán las instalaciones de las mesas de diálogo?
Sin duda. El dialogo es una herramienta fundamental para nosotros. Los problemas que tuvimos en los primeros meses del año se controlaron por la comunicación. Se instalaron mesas en sur y en el norte tuvimos varias reuniones con organizaciones sociales de pescadores artesanales. 

El Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) denunció a SANIPES que las trabas burocráticas a las exportaciones de sus productos congelados ocasionaron pérdidas por al menos 350 millones de dólares, ¿Cuál es la posición del Produce?
Creo que hay responsabilidades compartidas. Nosotros tenemos que velar por inocuidad de las plantas. En muchas inspecciones se encuentran coliformes en el agua y esto genera que cerremos la planta inmediatamente para que arreglen el problema. Es responsabilidad de SANIPES garantizar al consumidor nacional y extranjero que los productos estén en condiciones sanitarias óptimas. A veces algunas certificaciones demoran y hay trabas burocráticas, pero estamos trabajando para eliminarlas y que nuestra pesquería sea cada vez más competitiva. La idea es reducir costos y plazos. 

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