Partido oficialista de Grecia votaría en contra de medidas para pedir tercer rescate. Alexis Tsipras en problemas. (WSJ)
Partido oficialista de Grecia votaría en contra de medidas para pedir tercer rescate. Alexis Tsipras en problemas. (WSJ)

Redacción PERÚ21

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Este miércoles Alemania, mediante el portavoz del Ministerio de Finanzas, Martin Jäger, aclaró que existe la posibilidad de extender los plazos del pago de la deuda de "desde el punto de vista técnico", por lo cual "se trata de un elemento que puede ser tenido en cuenta".

¿Qué significa eso? Pues que tus amigos griegos aún no deben celebrar. Jäger aseguró que esta no puede ser una solución si produce una pérdida significativa de valor contable "porque entonces, al final, no tendríamos otra cosa que un perdón de deuda por la puerta trasera".

Y eso no le gusta a Alemania porque la condonación de deuda, dice Jäger, no es compatible con la legislación europea. Ampliar el plazo de pago dependerá de los ajustes que Grecia acepte para poder pedir un tercer paquete de ayuda.

PERO LA SITUACIÓN ES GRAVEEl Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elaborado un estudio sobre la sostenibilidad de la deuda griega y tenemos malas noticias: en los próximos dos años la deuda total del país aumentará en casi un 200% del producto interno bruto (PBI). Eso es un montón de dinero.

Este jueves sabremos cómo se desarrolla esto, pues el Eurogrupo se reunirá y analizará si se cumplen los requisitos pactados con Grecia el lunes pasado. Si le dan el visto bueno, se empezará a negociar el tercer rescate y la propuesta de la Comisión Europea (CE) de conceder un crédito puente de 7.000 millones de euros a los griegos para sus pagos más inmediatos.

NO QUIEREN AYUDA¿Cómo hizo Grecia para que los vuelvan a escuchar? Pues se comprometió a votar en su Congreso una serie de medidas que incluyen mejorar la sostenibilidad de sus pensiones, racionalizar sus impuestos y otras. Esto debería ocurrir a más tardar este miércoles, cosa que el Eurogrupo decida si sueltan dinero o no.

Esto ha hecho que el primer ministro griego Alexis Tsipras se enfrente a una revuelta en su partido, que no quiere pasar esta ley de austeridad llena de recortes presupuestales que son indispensables para recibir el nuevo rescate.

El partido de izquierda radical Syriza no quiere saber nada al respecto, mientras el sindicato de empleados del gobierno hizo pública su molestia con una huelga de 24 horas.

Tsipras aceptó nuevas medidas más duras porque los bancos griegos, faltos de liquidez, hubieran quebrado, sumiendo al país en una espiral que le haría salir de la moneda única, el euro. Esto, para los griegos, se traducía en pagar más por la mayoría de bienes y servicios a partir de esta semana.

Se prevé que muchos legisladores de Syriza rechacen el paquete y voten contra la ley, lo que genera dudas acerca de la supervivencia del gobierno en su forma actual.

Tsipras reconoció el martes por la noche, en una entrevista por televisión, que las medidas de austeridad que prometió combatir al postularse al cargo son "irracionales". Sin embargo, dijo que no tenía otra opción para evitar el colapso financiero del país.

Si bien criticó el acuerdo, sabe que es el mejor que su país puede obtener.

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