Grecia: De la economía del bienestar al desempleo

En enero de 2014, el partido de izquierda Syriza ganó por primera vez las elecciones en Grecia. Obtuvo 149 escaños de un total de 300, razón por la que se unió con el grupo de extrema derecha Griegos Independientes, con el que comparte la propuesta de reforma económica que lo hizo ganador.

A diciembre del 2014, la deuda pública de Grecia es de 240 mil millones de euros (US$ 275 mil millones) y representa 1.8 veces su PBI. Asimismo, uno de cada cuatro trabajadores se encuentra desempleado y esta cifra se incrementa a uno de cada dos en el caso de los jóvenes.

La postura de Syriza es que los recortes presupuestales y las alzas de los impuestos son la principal causa de estos alarmantes niveles de desempleo. Y es que la política de recorte en el gasto público con el fin de repagar el rescate que le otorgó el Banco Central de Europa (BCE) trajo como consecuencia que el 4.2% del PBI que produce Grecia se destine al pago de la deuda.

Lo cierto es que la deuda de Grecia se ha vuelto impagable y el mercado financiero ha dado señales en este sentido. El gobierno emitió en enero letras a seis meses por un valor de 813 millones de euros (US$ 932 millones) a una tasa de interés de 2.75%, la más cara desde el 2006.

Esta situación se agrava porque la calificadora de riesgos Standard and Poor's acaba de asignar a Grecia la calificación B, debido a las políticas presupuestarias y económicas que quiere llevar a cabo el nuevo Gobierno.

Dadas las circunstancias, según los expertos, a Grecia solo le quedarían dos caminos: renunciar al euro para usar una moneda propia que pueda devaluar licuando el valor de sus deudas, o hacer un default y pagar solo el 10%-20% de la deuda, al puro estilo argentino y perder toda fuente de financiamiento por un tiempo. En cualquier caso, la suerte de los ahorros en el sistema financiero corre peligro y, con ello, la estabilidad de los bancos griegos.

Por: Giovanna Prialé (giovanna.priale@peru21.com)