Hace más de cinco años que el Perú viene trabajando en elevar los niveles de vida de la población de menores ingresos a través del uso del Gas Licuado de Petróleo (GLP), en reemplazo de la leña y el kerosene.
El GLP tiene una estructura molecular menos contaminante, según estudios internacionales. Con su uso mejora la calidad del aire que se respira dentro del hogar y, con ello, las condiciones de salud de los miembros de la familia, en especial de los niños.
El Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) es un programa que consiste en la entrega de un vale digital cuyo valor es de S/.16 y que es canjeado al momento de comprar un balón de GLP de diez kilogramos en agentes autorizados que tienen un convenio con el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin).
Según data disponible a junio de 2014, hay 823,292 beneficiarios y 2,976 comercializadores afiliados al programa. Según FISE, están empadronadas 1'051,438 familias, por lo que se estima que se lograría beneficiar a más de cinco millones de personas, teniendo en cuenta que cada familia tiene en promedio 4.8 integrantes.
El FISE se financia del recargo al suministro de los productos líquidos derivados de hidrocarburos y líquidos de gas natural, equivalente a US$1 por barril. El recargo se aplica en cada venta primaria que realizan productores e importadores del sector hidrocarburos.
También se financia por el recargo equivalente a US$0.05 por miles de pies cúbicos en la facturación mensual de los cargos a los usuarios de transporte de gas natural por ductos.
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