Esto más se ve en Europa. En China tenemos algunas desventajas porque es un continente lejano, ya que nos cuesta más llevar la fruta allá, no solo a nosotros, sino a varios competidores. Ahora, el problema es que, si tú tienes como tu primer mercado a Estados Unidos y Europa y metes más volumen de productos, ahí bajan los precios. En el caso de China, si pudiésemos, por ejemplo, abrir el mercado de la granada, de la pitahaya o del banano orgánico, ayudaría muchísimo a meter menos presión a esos mercados que están consolidados como el europeo y a llevar producción a otros mercados que pudiesen tener temporadas con buenos precios. Hay países que han acelerado durante la pandemia el acceso a ese mercado asiático, pero nosotros nos hemos ralentizado por los seis años de inestabilidad política y los dos últimos han sido terribles por el gobierno anterior.