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A pesar de estar considerado dentro de la cartera de proyectos priorizados en el Plan Nacional de Infraestructura y Competitividad (PNIC), la Hidrovía Amazónica a cargo de la concesionaria Cohidro, lleva más de 10 meses sin poder avanzar con los requisitos ambientales que pide el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace).
Si bien la concesionaria tiene pendiente presentar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, sin los estudios ecotoxicológicos que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) debía presentar, a fines del año pasado, Cohidro decidió desistir del EIA y hasta ahora no lo ha podido retomar.
Para Javier Correa, exdirector de Promoción de Inversiones de ProInversión y socio de Emedos, la Hidrovía Amazónica, que demandará una inversión de S/ 338 millones, se trata de un proyecto que ha quedado sujeto a interpretación del MTC (el concedente), y del regulador. Sin embargo, aún no ve probable que la concesionaria pida resolver el contrato.
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“En la medida en que haya controversias que permitan cobrar más, el contratista se va a quedar ahí, pero el otro involucrado es el concedente. Todos los contratos tienen causales de terminación y si esta terminación se da por incumplimiento del Estado, hay pagos al concesionario”, observó.
Retos y procesos por delante
En ese sentido, Juan Carlos Salinas, socio senior y director del área de Infraestructura del Estudio Muñiz, precisó que definitivamente debe haber un diálogo entre las partes para resolver ese inconveniente, porque el camino es largo. Una vez que se resuelva este paso, la concesionaria todavía tiene que levantar las observaciones planteadas al instrumento de gestión ambiental.
“La situación está en manos del MTC, pero creo que la voluntad del Estado es sacar adelante ese proyecto, de hecho, ha sido incluido en el Plan Nacional de Infraestructura. En todo caso, el problema está acotado a un tema de alta especialidad por los estudios que son necesarios”, comentó.
Explicó que, en términos de navegación fluviales, es un proyecto relevante, por lo que es muy importante que cumpla con todo el proceso de la forma más transparente y se evite así problemas sociales. Además, resaltó que, la parte más complicada será seguramente la evaluación ambiental.
“Por el entorno en el que se desarrolla el proyecto, la Amazonía, donde hay un interés particular de protección del ambiente, corresponde que los estudios de impacto ambiental se desarrollen de la manera más eficiente y con la mayor claridad posible para que el proyecto no tenga problemas a futuro”, precisó.
