“Solo queremos trabajar”. Bajo esas palabras, comerciantes del Centro de Lima piden un alto al cierre de las calles y a la violencia, pues estas Fiestas Patrias, a diferencia de otros años (con excepción de la pandemia) no llegan con música, criollismo y peruanidad, sino más bien con preocupación.
Salvador Ode, quien tiene un negocio de venta de confecciones y es dirigente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Lima, esperaba recuperar las ventas perdidas durante los primeros meses del año, pero las protestas en los últimos días complican su situación.
Lo que viven hoy, aseguró, es más difícil que la paralización que tuvo que hacer durante la pandemia, pues en aquella época no recibía llamadas de las entidades financieras o proveedores cobrándole las deudas como sí sucede ahora.
“Nosotros pedimos que si van a cerrar el Centro que sea solo la Plaza de Armas, no tienen por qué afectar a los negocios. A veces ponen rejas y se olvidan de sacarlas hasta que llega la prensa”, aseguró.
El reclamo de los empresarios también va por los días previos a las manifestaciones. El vicepresidente de la Cámara de Empresarios y Comerciantes de Mesa Redonda, Román Nazario, señaló que días antes de las protestas se comenzaba a ver desconfianza en las personas por comprar en dicha zona.
Son más de 1,870 negocios en esta parte de la capital para los cuales un día no trabajado significa pérdidas en conjunto por US$20 millones.
“Nos hemos puesto de acuerdo para que en Fiestas Patrias solo atendamos el 29 de julio, y es que la misma Policía nos lo ha recomendado como medida de precaución”, añadió.
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El empresario aseguró que respetan “el derecho de las personas a protestar”, pero que también se espera que no se perjudique sus centros de trabajo. Si bien no hubo mucha participación ciudadana en la última ‘Toma de Lima’, los clientes evitaron acercarse al Centro por si la situación se complicaba.
“Aunque no lo parezca, nos golpea casi como a un día completo. Nosotros cumplimos con las licencias municipales, con los permisos que se nos requiere y lo único que pedimos es que nos den tranquilidad y estabilidad. Trabajar en el Centro es difícil”, resaltó.
Otros establecimientos que también reciben estas Fiestas Patrias con inquietud, pero que intentan recuperarse, son los de Polvos Azules. Maribel Gutiérrez, representante de los empresarios de este centro comercial, señaló que trabajarán durante las fiestas para generar ventas y remontar lo perdido a inicios de año.
“Escuchamos a las personas decir que les da pena que haya trabajadores de las calles afectados, pero nadie dice algo sobre nosotros que pagamos impuestos, agua y otras obligaciones”, comentó.
Y es que si bien uno podría pensar que ellos están a una distancia considerable de las zonas de protesta, las restricciones de acceso al centro comercial por la avenida Grau y el temor de las personas de hacer compras en la zona, los golpea. Las más de 2,000 tiendas ya no pueden esperar más.
DATOS
Los comerciantes del Centro, además de tener que lidiar con el cierre de calles y accesos, también tienen que hacerlo con la inseguridad ciudadana, aseguraron.
Por campaña, en Mesa Redonda esperaban que las ventas crezcan 20%, pero ya no llegarían a esa meta.