Según Control Risks, 36% de las compañías encuestadas se vieron beneficiadas por la pandemia, al permitirles madurar sus estrategias de resiliencia, mientras que 49% reportó que fue afectada negativamente.   (Foto: Softwareblog)
Según Control Risks, 36% de las compañías encuestadas se vieron beneficiadas por la pandemia, al permitirles madurar sus estrategias de resiliencia, mientras que 49% reportó que fue afectada negativamente. (Foto: Softwareblog)

La irrupción del nuevo desestabilizó a casi todas las empresas del mundo, grandes y pequeñas encendieron sus señales de alarma ante una pandemia sin precedentes que ha sumergido a muchas en una crisis profunda y de la que hoy, poco a poco, se vienen recuperando.

En efecto, el 93% de las organizaciones a nivel global y en Perú se vieron afectadas financieramente, revela el Reporte Global de Resiliencia 2020 realizado por Control Risks, consultora especializada en la gestión de riesgos en Latinoamérica.

El estudio -que se llevó a cabo en base a entrevistas a más de 150 líderes empresariales de 30 sectores, en los cinco continentes- señala que pese a que el COVID-19 golpeó sus arcas y marcó un comienzo desafiante, también les ha permitido reforzar su nivel de resiliencia y de adaptación ante riesgos inesperados.

Así, el 70% considera que su capacidad para gestionar las interrupciones y adaptarse al cambio después de lidiar con la pandemia ha mejorado y 90% confía en su capacidad para trabajar de manera remota.

Según el estudio, 36% de las compañías encuestadas se vieron beneficiadas por la pandemia, al permitirles madurar sus estrategias de resiliencia, mientras que 49% reportó que fue afectada negativamente.

“Después del inicio del COVID-19, la mayoría de las empresas a nivel mundial implementaron programas para hacer frente a la crisis dentro de sus organizaciones y para adaptarse a entornos que requieren flexibilidad, toma rápida de decisiones y claridad en su comunicación”, explica Nick Allan, director ejecutivo de Control Risks.

De esta manera, agrega, se les da la oportunidad de enfatizar sus habilidades y experiencias para generar mejores estrategias.

PREVENCIÓN DE RIESGOS

Con la llegada del COVID-19 muchas organizaciones han reconocido tanto los beneficios, como los desafíos que han enfrentado ante la nueva realidad y las actualizaciones que han aplicado a sus estrategias empresariales, señala.

En base al reporte, indica que las áreas que más han contribuido al programa de resiliencia de las organizaciones ante la pandemia durante este año han sido: 52% gestión de la continuidad del negocio, 43% personal de gestión de riesgos, y 41% los de gestión de crisis.

Por si fuera poco, la encuesta manifiesta que antes de la crisis sanitaria, 62% de las gerencias de seguridad incluía a personal de gestión de crisis.

Mientras que, el 20% tenía integrados a colaboradores de gestión de la continuidad del negocio y ya habían desarrollado formalmente un programa de crisis, por lo que reportaron menos interrupciones operativas e impactos financieros.

Después de ya varios meses de lidiar con la pandemia, estos porcentajes están creciendo a medida que las empresas invierten en los departamentos para prevenir riesgos, proteger sus activos más críticos, incluyendo a su personal, instalaciones, propiedad intelectual y reputación ante futuras pandemias, protestas violentas, robo de propiedad intelectual, terrorismo, extorsiones entre otras amenazas, detalla.

REPUTACIÓN

De otro lado, el informe de Control Risks sostiene que solo el 5% de las compañías afirmaron que su reputación se vio afectada o muy afectada, por lo que 78% de ellas identificaron el daño a la reputación como una de sus principales preocupaciones.

No obstante, destaca que cada cultura organizacional interpreta el término “resiliencia empresarial” de manera diferente, de acuerdo con su nivel de madurez organizativa, la tolerancia al riesgo y el perfil que tienen.

Además, Nick Allan destaca que 30% de los encuestados no utiliza el término “resiliencia” sino adaptabilidad; 65% de las empresas que sí utilizan dicho término lo definen como una función proactiva que detecta el riesgo o la posible interrupción operativa de manera temprana y utilizan la información que recaban para tomar decisiones críticas de seguridad; mientras que 26% la emplea para referirse a una función reactiva para responder a las interrupciones e incidentes.

Por su parte, Jacqueline Day, socia de Control Risks, acota que para ellos una organización resiliente es aquella que comprende en un amplio sentido cuál es su entorno operativo, concibe cuáles son los peligros y oportunidades inherentes, gestiona adecuadamente sus riesgos y, si las cosas van mal, puede responder y adaptarse eficazmente para fortalecerse.

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