El resultado de expectativa sobre el desempleo, además, fue el octavo más alto del estudio, solo por detrás de países vecinos, como Argentina (73%) y Colombia (70%) y a la par con Chile. Pese a ello, dicho porcentaje de peruanos fue menor que en noviembre y junio de 2022.
El resultado de expectativa sobre el desempleo, además, fue el octavo más alto del estudio, solo por detrás de países vecinos, como Argentina (73%) y Colombia (70%) y a la par con Chile. Pese a ello, dicho porcentaje de peruanos fue menor que en noviembre y junio de 2022.

Los peruanos han hablado y la expectativa del 67% es que en el próximo año aumente la cantidad de personas Este es uno de los principales resultados que se observan en el estudio Monitor de Inflación Global de Ipsos, como parte de la encuesta de Global Advisor que se desarrolló en 29 países entre el 24 de marzo y el 7 de abril a más de 20 mil personas adultas.

El resultado de expectativa sobre el desempleo, además, fue el octavo más alto del estudio, solo por detrás de países vecinos, como Argentina (73%) y Colombia (70%) y a la par con Chile. Pese a ello, dicho porcentaje de peruanos fue menor que en noviembre y junio de 2022.

A esto se suma que el 63% espera que la inflación aumente mucho o poco el próximo año. Y, en este caso, dicho porcentaje de encuestados también es menor al que se veía en noviembre y junio del año pasado.

El estudio también permitió observar que, para el 50% de los participantes peruanos, el país estaba en recesión. Esto, a pesar de que para ello se necesita que el PBI haya caído por dos trimestres consecutivos y la economía peruana solo tuvo el primer trimestre del año en rojo, en el contexto de las protestas y bloqueos de carreteras de las primeras semanas del año, y las lluvias e inundaciones ocasionadas por el ciclón Yaku y el fenómeno de El Niño.

Los peruanos también expresaron su expectativa sobre cómo creen que variará su estándar de vida el próximo año y solo el 16% dijo que esperaba que aumente mucho o poco, figurando antepenúltimo en la lista de países participantes, solo por arriba de Mexico e Indonesia.

Una situación similar se observó en cuanto a cómo esperan los peruanos que varíen sus ingresos disponibles (lo que pueden gastar después de pagar facturas) en el próximo año, sobre lo cual el 24% consideraba que podían incrementarse mucho o poco.

GASTOS DEL HOGAR

Por otra parte, al ser consultados sobre cómo esperan que se incrementen los gastos en el hogar en los siguientes seis meses, el 64% de personas opinó que el costo de sus compras de alimentos aumentará mucho o poco, mientras que el 57% dijo creer que se incrementará el costo de servicios públicos, como los recibos de electricidad, agua o gas.

A ello se sumó que el 58% de peruanos espera que en los próximos seis meses el costo del combustible aumente mucho o poco, un porcentaje que destacó por ser más bajo que el resto de los países latinoamericanos.

Finalmente, entre otros resultados, también se pudo observar la expectativa para los siguientes seis meses de los peruanos sobre el costo de su hipoteca o alquiler, con 34% que espera que aumente mucho o poco, un porcentaje menor que en noviembre y junio del año pasado.

La encuesta, que se realizó entre marzo y abril, se llevó a cabo a través del sistema Ipsos Online Panel. Esta comprendió a 20,570 personas adultas entre los 16 y 74 años, exceptuando Canadá, Israel, Malasia, Sudáfrica, Turquía, y EE.UU., donde las edades fueron de 18 a 74 años; Indonesia y Tailandia, donde el rango fue de 20 a 74 años; y Singapur, donde las edades fueron de 21 a 74 años.

Los sondeos en línea de Ipsos se calculan con un intervalo de credibilidad: con una encuesta de 1,000, con una precisión de +/- 3.5 puntos porcentuales, y de 500, con una precisión de +/- 5.0 puntos porcentuales.

(Base de datos de la encuesta: The samples in Brazil, Chile, Colombia, India, Indonesia, Malaysia, Mexico, Peru, Singapore, South Africa, Thailand and TurkeBase: 23,039 online adults under age 75 across 29 countries, interviewed March 24-April 7, 2023The “Global Country Average” reflects the average result for all the countries and markets where the survey was conducted. Ithas not been adjusted to the population size of each country or market and is not intended to suggest a total result. y are more urban, more educated, and/or more affluent than the general population. © Ipsos | Global Inflation Monitor –May 2023)

Carlos Casas: Expectativas negativas

“La economía durante el primer trimestre ha mostrado una caída que es consistente con la desaceleración, cada vez más pronunciada, que se apreciaba desde el año pasado. La caída de la inversión y el consumo más conservador están en línea con las respuestas de esta encuesta de Ipsos. La percepción de la población es correcta. Y, en línea con lo anterior, están las perspectivas para el próximo año, donde una pequeña proporción de personas responde que su situación mejorará. Dada la timidez del mercado laboral y la incertidumbre, que aún no termina, las perspectivas han sido revisadas a la baja por los agentes económicos. Las personas anticipan que no se crearán muchos empleos y que los ingresos no mejorarán en términos reales.

Las personas están incorporando lo que ocurre en el mercado con respecto a la producción y el empleo. Ello no ocurre necesariamente con la inflación, en donde los pronósticos indican que hacia el próximo año esta irá disminuyendo y volvería al rango meta del BCR (entre 1% y 3%). La percepción con los precios es de muy corto plazo y en la actualidad vemos una inflación que no disminuye pronunciadamente y que está reduciendo la capacidad adquisitiva de los ingresos de las personas, que a su vez están teniendo un comportamiento más conservador con respecto al consumo. También hay que diferenciar una subida de precios de la inflación. Los precios están altos y probablemente se queden en esos niveles, pero no se esperaría que sigan subiendo. Aquí debe hacerse una salvedad porque la magnitud del fenómeno de El Niño puede llevar a una reducción de la oferta de muchos productos, por lo cual los precios podrían seguir subiendo. Ese es un factor que no se debe dejar de tomar en cuenta.

Si la inflación no baja como se espera y no hay un incremento de ingresos de las personas, entonces se reduce la capacidad adquisitiva de estas, se vuelve volátil el entorno económico y ello generará un efecto negativo en el producto del país”.

Hugo Perea: Inflación y desaceleración

“Desde un punto de vista económico, la economía peruana no está en recesión (en el sentido de grave afectación de la actividad, empleo, producción manufacturera, ventas retail, entre otros). Sin embargo, sí vemos desde el segundo trimestre una clara desaceleración del crecimiento, que llega incluso a una contracción en el primer trimestre de este año. En ese entorno, el empleo que se ha generado no ha sido de calidad. Y si a ello se agrega la mayor inflación, que ha erosionado la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, entonces no es extraño ver que ellos perciben una economía en recesión.

La previsión que tenemos en BBVA Research es que la inflación interanual en Perú mostrará una tendencia declinante más acentuada desde junio de este año (por un efecto base favorable y la reversión de algunos choques de oferta que afectaron los precios de algunos alimentos). No obstante, proyectamos que la inflación este año cerrará cerca del 4% y que recién en 2024 retornará al rango meta (entre 1% y 3%) del Banco Central de Reserva (BCR).

Lo que menciona el presidente del BCR, Julio Velarde, respecto a que la inflación no está bajando como se esperaba, se ve en los datos de la encuesta. La inflación ha cedido solo medio punto porcentual en los primeros cuatro meses del año, pues pasó de 8.46% en diciembre de 2022 a 7.97% en abril de este año, mientras que la inflación sin alimentos y energía (que es una medida más tendencial de las presiones inflacionarias) incluso se ha elevado ligeramente en el mismo periodo, pasando de 5.59% en diciembre a 5.66% en abril. El problema con una inflación muy por encima del límite superior del rango meta (mayor a 3.0%), y dada una cierta rigidez de los ingresos laborales, es que erosiona rápidamente el poder de compra de los consumidores e impide que el Banco Central pueda reducir la tasa de referencia, con lo que los costos de financiamiento para las familias y empresas se mantendrían elevados”.

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