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Redacción PERÚ21

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anunció que entregó a una junta de acreedores un plan de reestructuración en busca de reiniciar su operación a la "brevedad posible".

La minera una unidad de la estadounidense Renco Group paralizó su actividad en el 2009, lo que dejó en la incertidumbre a unos 3,500 trabajadores en La Oroya, el mayor complejo metalúrgico del país.

Una junta de acreedores decidió en enero , con lo que estaría llegando a su fin el proceso iniciado hace más de dos años cuando Doe Run, otrora la sexta exportadora de metales de la nación, acudió al ente estatal que resuelve las insolvencias de compañías.

la firma dijo en un comunicado que el plan de reestructuración debía ser delineado por Doe Run, pues la junta de acreedores acordó que la actual administración siguiera al frente de la empresa durante el proceso de reestructuración.

"El plan contiene (…) el resumen de los acuerdos con Glencore y Renco para el financiamiento por 200 millones de dólares, referencia a los acuerdos con proveedores mineros clave y los acuerdos laborales con los trabajadores de La Oroya y Cobriza", la pequeña mina de cobre que opera, detalló.

"La aceptación del plan modificado y la pronta resolución de todos los temas descritos en el mismo permitirá a Doe Run Perú reiniciar sus operaciones a la brevedad posible", agregó.

Sin embargo, la compañía aún debe superar varios escollos para poder reactivar su fundición. Uno de estos es lograr que el Congreso apruebe una para que Doe Run concluya un plan ambiental para mejorar o remediar la contaminada zona de La Oroya.

Esta semana, el primer ministro, Óscar Valdés, advirtió que para poder reiniciar sus labores en el complejo metalúrgico y que no permitirá que continúe contaminando la zona donde opera.