“Hoy, la informalidad se ha reinventado en perjuicio del mercado al punto que empresas informales utilizan los colores de las envasadoras formales, engañando a los usuarios en su expectativa de seguridad, garantía y respaldo. Con esto, inclusive pueden colocar sus “balones bamba” a mejor precio. Sin embargo, estos cilindros no tienen la menor garantía, entre otras cosas, por seguir una inspección adecuada antes de ser envasados”, señaló la SPGL.