Funeraria (Getty)
Funeraria (Getty)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Cuando un ser querido fallece lo que se quiere es que las cosas se realicen con tranquilidad pero a pesar de ello siempre surgen inconvenientes. Frente a ese momento de dolor, el estrés llega porque se debe pensar en decisiones económicas como los precios de funerarias y los trámites a seguir, que al final terminan siendo un “dolor de cabeza”.

Por ello, diversas compañías de han desarrollado alternativas para ofrecer coberturas económicas, servicios personalizados e incluso apoyo al usuario en el momento que más lo necesita.

En esa línea, Rímac Seguros brinda cuatro puntos claves que las personas deben considerar antes de adquirir un seguro de sepelio.

Coberturas

Antes de adquirir un seguro de sepelio, y cualquier otro seguro, se debe evaluar la cobertura que este brindará para así evitar malos entendidos en futuro.

En el mercado existen diversos productos que ofrecen indemnización, servicios funerarios y sepultura. Incluso algunos también consideran una capilla ardiente, una carroza, un carro porta flores, dos arreglos florales, y un ataúd de madera, así como una movilidad.

Precios

Debido a que hay una libre competencia, los precios son diversos y cómodos a los bolsillos de las mayoría de personas. Además, en muchos casos se puede hacer un pago mensual o si se desea uno único.

Considere que los precios varían si es que se busca extender el seguro a otros familiares, es decir además del titular, a su cónyuge e hijos. 

Asesoría

Ahora los seguros de sepelio también ofrecen otros beneficios que el cliente debe tomar cuenta al momento de su decisión. Por ejemplo en algunos casos brindan asesoría a cargo de un director funerario, quien orientará a los familiares con los trámites necesarios para el sepelio.

También hay algunas compañías que ofrecen apoyo psicológico conformado por un equipo de terapeutas, quienes los ayudarán a afrontar el duelo.

Exclusiones

Este último punto es el más importante. Recuerda que los seguros no cubren si el asegurado opta por el suicidio, salvo que —algunos casos y dependiendo de la compañia — haya transcurrido dos años desde la fecha de contratación del seguro. 

Asimismo, el seguro tampoco cubre si es que el asegurado muere por pena de muerte, en medio de actos delictivos y por realizar deportes de alto riesgo como por ejemplo: artes marciales, escalamiento, caminata de montaña y paracaidismo, entre otras.