Desde que Petroperú anunció la modernización de la refinería de Talara, hubo más de cuatro modificaciones en el presupuesto de este proyecto y un sinfín de críticas de parte de varios especialistas en el sector.

En 2014, durante el gobierno de Ollanta Humala, la empresa española Técnicas Reunidas presentó un estudio de ingeniería que elevó el presupuesto a US$3,919 millones. Tras otras modificaciones presupuestales, en 2017 ya se estimaba la inversión en US$5,400 millones.

Pese a ello, en mayo de este año, el presidente de Petroperú, Carlos Paredes, aclaró que el monto previsto es de US$4,700 millones sin considerar el costo del financiamiento, es decir, los intereses que pagará Petroperú por el dinero conseguido a través de la emisión de bonos. No obstante, para el economista Manuel Romero Caro, la construcción, incluyendo todos los gastos e intereses, superaría los US$6,400 millones.

“No creo que baje de US$6,400 millones, pero ese es el costo de no haber tenido una compañía que se encargue de hacer las veces del gerente general del proyecto”, comenta. Además, considera que el proyecto nunca debió hacerse porque supondría una pérdida que Petroperú terminaría pagando con el dinero de todos los peruanos.

En este último aspecto coinciden el economista Ricardo V. Lago y el especialista en hidrocarburos Anthony Laub. Este último también afirma que otro motivo por el que no debió iniciarse el proyecto es que Petroperú nunca tuvo una estructura planeada para lo que se quería hacer con la refinería y que la capacidad de refinamiento de esta bordea los 100,000 barriles diarios, mientras que la producción local recién ha superado los 50,000 barriles.
A esto se suma que, según Lago, el costo por barril producido no garantizaría que los costos a largo plazo se solventen porque procesar el crudo pesado local implica un mayor costo que el importado.


UN PROCESO DE MEJORA
Cuando a Carlos Paredes se le pregunta sobre el incremento del presupuesto para la refinería y se le mencionan las críticas, aclara que, en efecto, hubo un mal manejo en años pasados, pero que el gran desafío de su gestión será mejorar la coordinación para cumplir con los plazos y reducir la deuda asumida por Petroperú.

“(En años pasados) se planeó que las unidades auxiliares, que dan servicios al corazón de la refinería, pasaran a empresas del sector privado, pero desgraciadamente eso no se planificó de manera correcta. No se escuchó bien al mercado ni qué es lo que querían y demandaban las empresas y eso condujo al fracaso de los procesos. Al final se demoró tres años más en articular las unidades auxiliares”, explica Paredes, quien asumió la presidencia de Petroperú en mayo de este año.

A ello el economista agrega: “Hay un gran trabajo de coordinación y eso es algo que Petroperú tiene que hacer de mejor manera que en el pasado. Ese es uno de mis principales retos de este año”.

Una de las acciones para reducir las deudas de Petroperú será lograr que empresas privadas operen las unidades auxiliares. “Quiero monetizar ese activo y quiero que los servicios auxiliares de hidrógeno, nitrógeno, etc., sean manejados por empresas especialistas”, precisa.

Hasta el momento, Petroperú se encuentra evaluando errores del pasado y busca convocar pronto a un concurso para las unidades auxiliares. “Espero poder salir con un primer concurso este año y con el resto en 2020”, afirmó Paredes a Perú21.

Respecto a las críticas de que el monto de inversión podría llegar a los US$6,400 millones, aclara que el costo del financiamiento no debe ser contemplado porque solo “infla” el monto final. Además, asegura, el presupuesto incluye costos contingentes por US$400 millones.

Según afirma, los sobrecostos por los tres años de retraso recién se sabrán cuando se finalice la obra, pero podrían ser cercanos a los US$200 millones. A nivel porcentual, el monto estaría dentro de un rango aceptable para la magnitud del proyecto.

Finalmente, Paredes aclara que si bien procesar el crudo pesado puede ser más caro que importarlo, eso ya se tenía planificado y es rentable. Por otra parte, respecto a si la iniciativa debió hacerse por la vía privada, él cree que hubo más alternativas para este proyecto, pero hoy la mejor opción es finalizarlo con transparencia. Por ello, agrega que “seguir con el proyecto tiene una rentabilidad superior al 15%”. Hasta el momento las obras ya están avanzadas en un 75%.


TENGA EN CUENTA
- En 2018 Petroperú emitió bonos por US$600 millones para el financiamiento de la refinería de Talara.

- La refinería de Talara estaría terminada en diciembre de 2020, según la empresa Técnicas Reunidas.

- La construcción presenta un avance físico integral de 74.56% hasta mayo de este año. Además, las actividades correspondientes al Contrato EPC tienen un avance, a marzo de 2019, de 90.15%.

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