Casi el 56% de beneficiarios de este programa no estaba en situación de pobreza o pobreza extrema. La principal responsabilidad de selección sería de las municipalidades, advierte Comex Perú.
Casi el 56% de beneficiarios de este programa no estaba en situación de pobreza o pobreza extrema. La principal responsabilidad de selección sería de las municipalidades, advierte Comex Perú.

Más de la mitad de los hogares que se beneficiaron del el año pasado se encontraban fuera de la línea de pobreza y pobreza extrema, según un reciente reporte de Comex Perú. Esto se debe a que de 993,798 hogares que usaron el referido programa, más de 554 mil no estaban en las mencionadas condiciones de vulnerabilidad.

Tal cantidad de hogares, que el gremio calificó como “infiltrados”, representó el 55.8% del total nacional. La cifra, además, contrastó con la cantidad de beneficiarios en condiciones de pobreza extrema, que no suman ni 100 mil en todo el país. Y la responsabilidad estaría en las municipalidades.

“La incorporación de hogares no pobres radica en el análisis de los criterios de selección por parte de las municipalidades y la falta de corroboración por parte del ministerio correspondiente”, destacó el gremio empresarial.

PROBLEMAS DE EVALUACIÓN

El problema de los hogares que se aprovechan del Vaso de Leche sin cumplir con las condiciones de vulnerabilidad es aún mayor en las regiones. Prueba de ello es que el porcentaje de hogares que no están en condición de pobreza o pobreza extrema y que se benefician del programa asciende a 60% en 12 departamentos.

“El 44.2% de los hogares infiltrados recibe solo el Programa del Vaso de Leche, mientras que el 73.4% de aquellos adecuadamente inscritos en dicho programa recibe al menos un programa alimentario adicional (Qali Warma, Wawa Wasi, comedores populares, entre otros), de acuerdo con estimaciones de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho)”, precisó Comex.

El motivo que explica parcialmente que los hogares infiltrados decidan mentir sobre su capacidad adquisitiva, de acuerdo con el gremio empresarial, “radica en que, si dicen la verdad, ya no podrían acceder al resto de programas alimentarios”.

Uno de los problemas es que muchos de los beneficiarios que están cerca de la línea de pobreza tienden a fingir ser pobres o estar en condición de pobreza para así poder acceder al Vaso de Leche. En otras palabras, hace falta una mejor fiscalización y selección de beneficiarios.


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