La falta de liquidez es uno de los grandes problemas que tiene que afrontar un emprendedor. Ante esto, la semana pasada se presentaron dos proyectos en el Congreso para que las grandes empresas paguen sus facturas a las en un máximo de 30 días.

Ante esto, surge la interrogante sobre si agilizar los pagos afectaría al mercado de factoring, un mecanismo que permite que los proveedores vendan sus facturas a entidades financieras para obtener liquidez en el corto plazo. Para el gerente general de Digiflow, Renzo León-Velarde, el desafío y la solución están en la digitalización de las facturas.

“La diferencia para el factoring está en que al emitirse el documento electrónico, la empresa es capaz de ceder el anticipo en dos días, mientras que cuando se emite a través de papel, el proceso puede tomar de tres a cuatro semanas (...). El gran beneficiario es el pequeño y mediano emprendedor, que podría emitir boletas electrónicas”, explicó. Para León-
Velarde, esto evitaría el abuso hacia los emprendedores.

Por otra parte, el economista César Peñaranda cuestionó la viabilidad de forzar a las empresas a pagar en 30 días una factura y sugirió analizar el marco constitucional sobre este punto.

SABÍA QUE

- Las empresas grandes tardan en pagar a sus proveedores entre 30, 90 y 120 días, lo que afecta su productividad en el corto plazo.

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