El año escolar 2022 implicará el retorno a la clases presenciales de miles de alumnos. Sin embargo, ello también significará un mayor gasto para las familias, las cuales deberían comenzar a planificar estos desembolsos.
La recomendación proviene del profesor de Pacífico Business School, Jorge Carillo. Los mayores gastos se explicarían pricipalmente por el retorno de la necesidad de comprar útiles escolares, uniformes y calzado, mochilas y loncheras, y libros para el uso en clase.
Este último apartado, además, podría implicar un desembolso que sería sentido por las familias, pues según Carrillo el 35% de colegios no utilizaron este tipo de textos en los primeros dos años de la pandemia.
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Finalmente, a todo lo mencionado se sumaría la contratación del servicio de movilidad escolar o pasajes y las pensiones escolares, que podrían encarecerse pues volverían a los niveles previos a la pandemia (2019).
Si bien los hogares, al tener a los hijos acudiendo a clases presenciales, podrían reducir el consumo de energía eléctrica en casa, esto no implicaría un ahorro significativo en comparación con los nuevos gastos.
“En definitiva, serán mayores los gastos adicionales que los ahorros, por lo que resulta importante planificar con tiempo el presupuesto que implicará el retorno a las aulas, así como la forma de financiamiento del mismo”, explicó el experto en finanzas.
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Elaborar el presupuesto permitirá hacer una lista de gastos que permita identificar estos y los montos asignados, para así evitar incurrir en desembolsos adicionales o por montos mayores a los previstos.
También otorgará una noción del monto total a gastar y de si la familia puede pagarlos con efectivo o si necesitará recurrir a un financiamiento.
En caso de optar por esta última alternativa, se recomienda optar por un crédito personal en un banco, pues suelen brindar tasas de interés más bajas que las de una tarjeta de crédito.