El gobierno de China confiscó alrededor de un billón de yuanes, equivalentes a US$157 mil millones, de presupuesto que no habían sido ejecutados por los gobiernos locales, debido a la falta de acción de los funcionarios por impulsar grandes proyectos, según fuentes confidenciales de Reuters cercanas al gobierno. Ello da sustento a las afirmaciones de algunos economistas que señalan que la tasa de inversión estatal se había ralentizado.
Indicaron también que estos recursos no empleados serán reasignados en otras inversiones. El presupuesto no ejecutado podría tener un efecto negativo en China, pues su inversión hubiese impulsado la actividad económica al corto plazo.
DESACELERACIÓNEl gobierno chino se estableció como objetivo alcanzar un crecimiento de 7% en el 2015, lo cual permitiría la creación de diez millones de empleos y disminuir el riesgo de una inestabilidad social interna.
Sin embargo, con el correr de los meses, se vienen conociendo resultados menos alentadores de sus principales indicadores económicos, lo que aumenta la probabilidad de que China crezca por debajo de su objetivo.
La mayoría de medidas implementadas no han logrado tener los resultados que buscaban, lo que incrementa las especulaciones y afecta el mercado bursátil global y el precio de materias primas, principalmente.
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