Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, sobre el impacto del COVID-19.
Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, sobre el impacto del COVID-19.

El cierre de fronteras y la inmovilización ha ayudado a evitar que el COVID-19 se extienda más rápido en el país, medidas que han golpeado en gran medida a todos los sectores. El turismo es uno de ellos. El presidente de Canatur analiza la situación.

¿Cuál ha sido el impacto de esta crisis?

El impacto económico ha sido gravísimo para el sector, que incluye hoteles, restaurantes, agencias de viajes, artesanos, guías, transporte, entre otros. Ahora se tiene cero ingresos, el turismo está 95% paralizado.

¿Y el otro 5%?

Hay gente que está trabajando en los hoteles que reciben a los repatriados. El salvataje que tiene el sector es la repatriación y necesitamos respiradores para que la actividad no se muera en los próximos dos años. También ayudan los vuelos chárter que están contratando aerolíneas comerciales para expatriar y repatriar personas.

¿Tienen un estimado de cuánto los va a afectar?

La paralización comenzó en febrero para nosotros, porque ya teníamos la cancelación de los turistas asiáticos. Entre enero y febrero se perdieron US$30 millones solo con el mercado asiático, pero desde la quincena del segundo mes ya vimos que iban cancelando otros turistas, así que en el primer semestre son US$2,000 millones que se dejará de recibir en la actividad turística del país.

¿A cuánto ascenderá el impacto en todo el año?

Si no tomamos medidas adecuadas, posiblemente este sector va a perder US$6,000 millones este año. El segundo semestre representa el 60% de los ingresos de turismo receptivo con la llegada de europeos y de personas que vienen de Estados Unidos. Es más, nosotros ya prevemos que no habrá turismo receptivo este año.

¿Cuántos empleos se pueden perder?

Es difícil señalarlo. El martes tuvimos una videoconferencia con la ministra de Economía y el titular de Comercio Exterior y Turismo, y les indicamos que nuestro sector reúne a 3.5 millones de trabajadores, de los cuales alrededor de 1.5 millones están en planilla, pero hay 2 millones que trabajan por su cuenta, como los artesanos, los jaladores, maleteros, etc. Si no hay turistas, si no tenemos ingresos y tenemos que pagar planillas, lo que va a pasar es un despido masivo de trabajadores.

¿Qué es lo que ustedes proponen para evitar eso?

Es un proyecto que hemos presentado que, entre otras cosas, plantea una línea de crédito especial, de mediano plazo, con una tasa preferencial para que se les dé a los privados con aval del Estado y que salga de los bancos directamente para pagar directamente el salario del trabajador, las cuentas con los proveedores, devolver el dinero a quienes han cancelado sus pasajes, etc.

¿Qué más contiene esa propuesta?

Medidas muy simples, por ejemplo, que el IGV que paga un consumidor en el hotel o restaurante la empresa no lo pague a la Sunat, sino que lo tenga como un préstamo durante un año para usarlo como flujo y capital.

¿Luego se devolvería?

Suponiendo que no se pague hasta diciembre ese IGV, luego se suma todo lo que no se le ha pagado y se divide en cuotas para pagarle a la Sunat mensualmente. Lo otro que planteamos es que, como este año no habrá utilidades, es absurdo que se siga cobrando un Impuesto a la Renta adelantado mensual, así que creemos que debe suspenderse por lo menos hasta diciembre.

DATOS:

-Canatur plantea que el subsidio para empresas se amplíe a 50% del sueldo (el gobierno ha dispuesto hasta 35%). Y se aplique a remuneraciones de hasta S/2,000.

-Solo en Semana Santa el ingreso por turismo asciende a US$200 millones, informó Carlos Canales. No obstante, al existir aislamiento social obligatorio, esto afectará al turismo interno.