Desde mañana y hasta el sábado se realizará el encuentro de líderes jóvenes más grande y diverso del país. Se busca conectar e inspirar a estudiantes universitarios y técnicos para poner su liderazgo al servicio del país. La Conferencia Anual de Empresarios o “CADE” Universitario se concretará en la Escuela Naval del Perú. En esta ocasión, conversamos con el presidente del CADE Universitario, Elohim Monard sobre esta conferencia

¿Cuál es la temática central de este CADE Universitario?

-Este año vamos a discutir la convivencia entre peruanos. De hecho, nuestro lema junto con “Hagamos lo correcto” es “QUE NUESTRA BATALLA SEA CONVIVIR”. Porque creemos que si lo que queremos es hacer lo correcto tenemos que pensar en el otro y ponernos en los zapatos del otro. Y esto se manifiesta en situaciones de alta crisis y violencia como conflictos socioambientales y la criminalidad –como el narcoterrorismo que hay en el VRAEM. Pero también se presenta en el día a día como en el tráfico, en la violencia contra la mujer y la desconfianza que existe entre peruanos.

¿Cómo se conecta con el CADE Ejecutivo?

-El CADE Universitario nació como una réplica del CADE Ejecutivo. Sin embargo el CADE universitario en los últimos años ha tomado identidad propia. De esta manera, los jóvenes universitarios no solo escuchan a profesionales, líderes y empresarios sino que hacen propuestas y plantean soluciones. Por ejemplo existe un espacio llamado “Desafío CADE Universitario” , donde grupos diversos de chicos de diferentes universidades, carreras, regiones e historias, discutirán cómo resolver un problema país como el transporte. Muchas veces las respuestas de los cadeístas han sido expuestas en el CADE Ejecutivo.

¿Cuáles son los desafíos en calidad educativa de las Universidades e Institutos Técnicos?

-En los últimos 20 años hemos sido testigos de un incremento de universidades, sobretodo privadas, que dio mayor acceso a la educación superior universitaria. Pero eso también trajo consigo una asimetría importante en calidad. Es decir, hay universidades muy buenas como aquellas que no tienen las condiciones necesarias para dar una educación de calidad. En ese sentido, estoy muy de acuerdo con la Sunedu porque ayuda a que tengamos unas condiciones elementales que deben cumplir todas las universidades para poder brindar una educación de calidad y no ser una estafa. No es una discusión sobre cerrar universidades, es una discusión sobre cómo hacemos que las universidades existentes mejoren su calidad. Ese proceso ya empezó y no debería detenerse.

¿Cómo enfrenta el sector privado esta asimetría?

-No podemos meter a todas las universidades privadas en el mismo saco. Hay universidades privadas muy buenas tanto antiguas como muy nuevas que realmente están a la vanguardia tecnológica y educativa. Lamentablemente hay otras que no están a la altura porque ven la educación solamente como un negocio.

¿Qué faltaría hacer en el sector privado educativo para estar a la par con otros países de la región?

-Lo importante es que todas las universidades privadas y empresas que crean que el Perú necesita una mejor educación cierren filas para que las universidades negocio o se adecúen a los nuevos tiempo y vean que hacia adelante TODOS tenemos que preocuparnos porque nuestros estudiantes universitarios reciban lo mejor o, de lo contrario, que salgan del mercado. Se necesita hacer un gran consenso por la calidad educativa.
Dicho esto, yo que me encuentro con los estudiantes del CADE Universitario desde hace años veo que más allá de la Universidad que vengan, los universitarios tienen ganas de aprender, de salir adelante y de hacer de este un país mejor. Entonces, lo último que deberíamos hacer es estigmatizar a estudiantes porque vienen de una u otra Universidad, sino tener presente que esos jóvenes quieren salir adelante y que el Estado y el empresario tienen la necesidad de pensar en ellos.

¿Considera que la reforma educativa está bien encaminada o se está dejando de lado?

-El Perú se ha dado cuenta que la educación es el gran motor del desarrollo. Sin embargo, hemos tenido momentos donde se ha desacelerado un poco esa intensidad para hacer las reformas. En las encuestas que realizamos durante el CADE Universitario a los estudiantes, ellos dicen que lo más importante es la educación de calidad. Esta no es la discusión de hace 15 o 20 años. Ya todos los jóvenes universitarios están convencidos que sin la educación no habrá un país mejor. Además, ellos serán los que dentro de pocos años estarán trabajando por la educación en el sector privado o público. Yo tengo mucha esperanza, creo que estamos mejorando pero todavía hay dos desafíos pendientes: revalorar al docente y cerrar las brechas importantes entre las zonas rurales y urbanas.

¿Qué novedades se trae el CADE este año?

-Este año, además de la discusión sobre la convivencia vamos a discutir mucho sobre la cultura. Van a estar Salvador del Solar, Juan Diego Flores, entre otros, presentando “Sinfonía por el Perú” que va a cerrar con broche de oro. También vamos a tener un “Árbol del compromiso” que es una escultura de Luis Masías cuya copa (del árbol) será elaborada con los compromisos que los 600 cadeístas escriban. Asimismo, tendremos a un invitado internacional, David del Rosario, que es un neurocientífico que va a analizar cómo el conocer mejor nuestro cerebro ayuda a actuar correctamente y relacionarnos mejor con los demás. Este año tenemos un evento extraordinario.