Para alcanzar el objetivo común, se requiere que todos los miembros de la empresa, desde la dirección hasta los empleados de base, entiendan y estén comprometidos con la mejora continua.
Para alcanzar el objetivo común, se requiere que todos los miembros de la empresa, desde la dirección hasta los empleados de base, entiendan y estén comprometidos con la mejora continua.

Por: Yessica Abad - Instructora del Programa Toyota Way & Subgerente de Recursos Humanos

Las micro y pequeñas empresas peruanas que empezaban a recuperarse del golpe provocado por la pandemia de la Covid 19, se enfrentaron a una nueva incertidumbre por la crisis política y económica que ocasionó la quiebra de más de 70,000 pymes y la pérdida de 250,000 empleos, según proyectó Mypes Unidas de Perú (MUP) en febrero del 2023.

Una crisis, sin embargo, puede también ser una oportunidad. Los cambios constantes empujan a las sociedades y organizaciones a mejorar, adquirir nuevos conocimientos e implementar nuevas estrategias para salir adelante. Esta es una de las claves de la filosofía Kaizen, una herramienta valiosa para alcanzar el éxito sostenido en el tiempo. Pero ¿qué es exactamente y cómo podemos aplicarla en nuestra organización para sobrevivir en un país en crisis reiteradas?

Originada en el Japón de la posguerra, como parte de los esfuerzos de reconstrucción y mejora de la industria, es considerada por muchos como la responsable del famoso “milagro japonés”; trascendió a nivel mundial gracias a su implementación en empresas líderes del sector automotriz y tecnológico. Kaizen, o mejora continua, la filosofía aboga por realizar pequeñas y constantes mejoras en todos los aspectos de la organización, incluso cuando ya parecen perfeccionados. Para aplicarla es necesario seguir algunos principios fundamentales:

1. Compromiso de toda la organización: para alcanzar el objetivo común, se requiere que todos los miembros de la empresa, desde la dirección hasta los empleados de base, entiendan y estén comprometidos con la mejora continua.

2. Identificación y análisis de los procesos actuales: es importante conocer el estado actual de todos los procesos para identificar las áreas de mejora y establecer objetivos claro.  Para esto, es vital que los líderes y empleados trabajen juntos en esta labor ya que el trabajo en equipo es otro factor de la filosofía Kaizen.

3. Pequeños cambios constantes: el Kaizen se basa en la idea de implementar cambios pequeños de manera gradual pero consistentes en los procesos; esto puede generar mejoras significativas a largo plazo, en lugar de buscar cambios drásticos y difíciles de implementar.

4. Comunicación y retroalimentación: los líderes deben fomentar un ambiente de confianza en el cual los empleados se sientan cómodos aportando con sus ideas. Todas las áreas y jerarquías de la organización deben involucrarse para maximizar la contribución de todos.

5. Medición y evaluación: es importante establecer indicadores de desempeño que permitan medir y evaluar el impacto de las mejoras que se están implementando. Gracias a esto, se podrá contar con data que permitirá identificar tendencias y puntos de mejora.

6. Capacitación constante: la educación y la formación permanente permitirán que el talento humano adquiera constantemente habilidades y conocimientos para mantener la competitividad e innovación en la organización.

Desde mi experiencia en la organización y a través de lo aprendido en mis viajes de empresa a Japón, me queda claro que Kaizen es una filosofía que puede ser aplicada a todo tipo de organizaciones sin importar su tamaño. Empresas pequeñas y medianas pueden obtener muchos beneficios y de este modo, tener la capacidad de afrontar la cambiante coyuntura local.

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