La inflación pasa a ser el segundo problema público más importante para los peruanos. El Ejecutivo no hace nada frente a la inflación más alta en 25 años. (GEC)
La inflación pasa a ser el segundo problema público más importante para los peruanos. El Ejecutivo no hace nada frente a la inflación más alta en 25 años. (GEC)

Por Asociación de Contribuyentes

La inflación en el Perú genera cada vez más preocupación en la población. Y no es para sorprendernos; en junio de 2022 se alcanzó el triste récord de la más alta en los últimos 25 años (8.8%), cifra que se ha mantenido en los subsiguientes meses. Esta se debe principalmente al alza de tres grupos de bienes: alimentos y bebidas (13.9%), restaurantes y hoteles (9.9%) y transporte (11.7%); estos representan el 52% de la canasta de consumo de un peruano promedio. Ni siquiera en épocas de la crisis financiera de 2008 (6.7%) se llegó a subidas de precio tan altas; frente a esto, seis de cada diez peruanos son pobres o están en riesgo de serlo.

La principal muestra de que esta problemática viene afectando de modo fundamental a los peruanos, y no es una simple cifra vacía, la encontramos en Enaho del INEI. Frente a la pregunta ‘¿cuáles son los principales problemas del país?’, los peruanos cada vez consideran que la primera prioridad son los altos precios y bajos salarios. ¿Qué está haciendo el gobierno de Castillo frente a este problema? Si bien es cierto que el control de la inflación le corresponde de manera principal al Banco Central de Reserva (BCR), el Ejecutivo tuvo en sus manos una serie de medidas que podrían haber mitigado de manera significativa este problema.

En primer lugar, estuvo la fracasada campaña de fertilizantes en la que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, con el mecanismo de Fertiabono, insistió en realizar licitaciones internacionales, las cuales fueron declaradas desiertas en la mayoría de los casos. Esto generó que el precio de los insumos agrarios –en particular, de la urea– que terminaron pagando los agricultores peruanos fuese prohibitivo, lo que incrementó los precios de bienes de la canasta básica como la papa amarilla (70% en lo que va del año), la papa blanca (50%), el maíz y el arroz. Inclusive, se prevé que el alza continúe el próximo año. Según declaró a Perú21 Clímaco Cárdenas, presidente de la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro), para este 2023.

Asimismo, la crisis de la empresa Petroperú es, sin duda, otro punto que contribuye a la inflación. La compañía estatal está quebrada y eso causa que tengamos la gasolina más cara de la región, que en lo que va del año ha subido en 39%. Los casos de corrupción y la falta de transparencia del gobierno de Castillo minaron la calificación crediticia de la empresa, aumentando los costos de financiamiento y empeorando su situación. Esto seguirá contribuyendo al desabastecimiento de combustibles, al encarecimiento del transporte, y con ello al alza generalizada de los precios. Como mínimo, su gobierno debería colocar a un nuevo directorio independiente que transparente la verdadera situación de Petroperú.

La inflación es el segundo problema público más importante para los peruanos
La inflación es el segundo problema público más importante para los peruanos

La crisis del hambre

El Perú ha pasado a ocupar el preocupante puesto de ser el país con mayor inseguridad alimentaria de América del Sur. La mitad de la población –16.6 millones de personas– padece esta situación, el doble que antes de la pandemia, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). El informe, además, indica que dentro de este grupo existen 6.8 millones de personas con una situación de inseguridad alimentaria grave; es decir, pasan periodos de un día o más sin alimentarse.

Otro problema relacionado a la crisis de alimentos es el aumento de la anemia. La mitad de las regiones (13 de 25) presentan altas tasas de este déficit nutricional para niños menores de tres años. Ocho de estas regiones tienen a más de la mitad de los infantes en esta situación: Huancavelica, Puno, Pasco, Madre de Dios, Cusco, Loreto, Apurímac y Ucayali y Pasco. Es clave que el gobierno asuma su responsabilidad y mejore la gestión de los programas sociales para resolver este problema. Asimismo, la ampliación de las obras por impuestos para estos fines debe ser una prioridad.