Solo un 4% podrá continuar sus estudios. (Foto: GEC)
Solo un 4% podrá continuar sus estudios. (Foto: GEC)

Cada año 400,000 jóvenes culminan la secundaria, pero solo un 4.6% (Enaho) de jóvenes pertenecientes a familias de bajos recursos económicos podrán continuar estudiando. El 94.6% restante, se insertará en un empleo informal y precario, o pasará a ser nini.

“Si analizamos la situación actual, los factores que inciden severamente en las condiciones laborales de los jóvenes son el nivel socioeconómico, género, logro académico y edad”, señaló María José Gómez, directora de la Fundación Forge Perú.

“Las mujeres siguen siendo las más vulnerables, pues siete de cada 10 se desempeñan en un trabajo informal. A pesar de que cuentan con mayor nivel de escolaridad, tienen menos ingresos y escasas oportunidades de ocupar en el futuro puestos directivos”, añadió.

El tiempo y la flexibilidad de horario son algunas de las causas por las cuales las mujeres se incorporan en sectores informales. Ellas destinan en promedio 40 horas semanales para realizar trabajos domésticos, mientras que los hombres solo 16 horas.

Solo 18,000 jóvenes de bajos recursos podrán continuar sus estudios universitarios; 372,000 pasarán a un sector informal y precario, y 80,000 de estos jóvenes pasarán a ser ninis, que son jóvenes que ni trabajan ni estudian debido a la falta de recursos, experiencias y oportunidad.

TASA DE DESEMPLEO

De acuerdo con el informe sobre la situación del mercado laboral en Lima Metropolitana del INEI, se estima que hay 350,000 personas en búsqueda de oportunidades laborales de las cuales el 42.8% son hombres y el resto son mujeres.

Asimismo, el ingreso promedio mensual de los hombres se ubicó en S/ 1,991 y el de las mujeres en S/ 1,395; es decir, los hombres ganan en promedio S/ 596 más que las mujeres.

El panorama que encuentran estos jóvenes al momento de culminar el colegio es preocupante, y no solo en nuestro país.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el desempleo y la informalidad son las principales preocupaciones de los gobiernos de América Latina, el 40% de los desocupados en la región son jóvenes.