Un 36% de personas justificaría algún acto ilícito pese a que el 100% de los encuestados considera importante operar con integridad. (Foto: USI)
Un 36% de personas justificaría algún acto ilícito pese a que el 100% de los encuestados considera importante operar con integridad. (Foto: USI)

Según los resultados de la encuesta global número 15 sobre Fraude de EY, la cual contó con la participación de 2,550 ejecutivos en 55 países, un 82% de ejecutivos peruanos cree que la corrupción y el soborno son prácticas muy extendidas en las empresas del país.

La encuesta arrojó también que un 16% de los encuestados relató haber sufrido un fraude significativo en los últimos años.

Asimismo, se observa a nivel global una diferencia de tendencia generacional en los resultados de la encuesta en cuanto a la disposición a cometer actos corruptos.

“Ante situaciones de presión económica o presión por alcanzar metas individuales o del negocio; los participantes más jóvenes (menores a 35 años) tienen mayor tolerancia a justificar el fraude o la corrupción para lograr objetivos financieros o ayudar a que una empresa sobreviva a una crisis económica”, comentó Rafael Huamán, socio líder de los Servicios de Riesgos de Integridad y Forenses de EY Perú.

Según Huamán, los resultados obtenidos demostraron que el 20% de los encuestados menores de 35 años justificaría pagos en efectivo para ganar o retener contratos, si esto ayuda a la sobrevivencia del negocio.

En el plano local, el 100% de los peruanos encuestados reconocen que es importante demostrar que su organización opera con integridad, dado que actuar de esta forma genera una mejor percepción de los clientes y la opinión pública hacia las empresas, y la mejora en el resultado de sus negocios.

“Si esto es percibido así, ¿por qué seguimos presenciando inconductas? Resulta sorprendente que exista una inconsistencia entre el 97% de los encuestados que considera importante demostrar que su organización actúa con integridad y el 36% que seguiría justificando acciones indebidas para evitar la caída en los resultados financieros de su organización” cuestionó el socio de la consultora.

Según EY, una posible explicación es que hay poca claridad sobre quién dentro de una organización es responsable de actuar con integridad.

La encuesta identificó que en Perú solo uno de cada seis encuestados considera que es cada empleado a nivel individual quien debe asumir la responsabilidad de comportarse con integridad.

A nivel regional, en cambio, se observa que, solo uno de cada cuatro considera que son los individuos quienes deben asumir la responsabilidad personal.

El resto todavía considera que la responsabilidad de garantizar la integridad dentro de una organización recae en otros, principalmente en áreas como Recursos Humanos, Legal y Cumplimiento, la Gerencia General o incluso el Directorio, antes que en uno mismo.

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