Así no juego. Increíble lo sucedido en Serbia, donde un equipo de fútbol se negó a proseguir con el desarrollo de un partido pues consideró que el juez central no estaba siendo objetivo con su arbitraje.
Se trata del Borac, equipo que no aguantó las constantes interpretaciones del hombre vestido de negro, que a sus ojos se transformaba en verdugo tras cobrar un penal 'insólito' para ellos.
Sin embargo, lejos de acercarse a increpar o intimidar al juez, los deportistas prefirieron hacer justicia por su cuenta. El equipo completo se sentó de cara a su propio arco y no mostró signos de querer seguir jugando.
Inclusive, cada vez que la pelota llegaba a las manos del guardameta, este simplemente le propinaba una patada a la esférica, mandándola a orbitar a la tribuna.