La resurrección no solo es uno de los pilares fundamentales de la fe cristiana, sino también una de las historias favoritas del mundo del deporte.
Todo el mundo ama al que remonta desde abajo. Las victorias luchadas desde la adversidad, cuando ya muchos te daban por muerto, son las que más dulce saben. Y hoy, con dos fechas ya disputadas de una Libertadores inusualmente pareja y competitiva, los equipos peruanos se encuentran nuevamente ante un repetido punto de quiebre, que suele marcar la diferencia entre una copa memorable o un nuevo fracaso continental.
La tercera fecha es fundamental, pues, de ganar, es posible meterse a la pelea por clasificar de cara a la recta final. No obstante, una derrota significa estancarse en la última posición y, por lo tanto, el comienzo del adiós al sueño copero.
En tal sentido, Universitario de Deportes está urgido de un triunfo. El vigente campeón del fútbol peruano aún no ha podido sumar punto alguno; es más, los cremas todavía no han logrado anotar en arco contrario.
Hubo, sin duda alguna, un salto de rendimiento entre el partido frente a River Plate y la visita a Independiente del Valle en Quito, encuentro en el que la ‘U’ mostró una versión mucho más competitiva, aunque tal mejoría no fue suficiente y los hasta aquel entonces dirigidos por Fabián Bustos se marcharon de Ecuador con las manos vacías.
El próximo martes a las 9 de la noche, bajo la dirección técnica interina de Manuel Barreto y Piero Alva, los bicampeones están obligados a robarle puntos a Barcelona de Ecuador. Guayaquil es una plaza complicada y el club, que en su momento también dirigió el profe Bustos, se ha mostrado como uno de los rivales más sólidos del Grupo B: superó a IDV en la primera fecha y rescató un punto de oro de su visita a River en el Monumental de Núñez.
La ‘U’ viene con la moral en alto luego de un triunfo gigante, conseguido el viernes en Juliaca, el cual, definitivamente, tuvo que haber puesto a prueba la unidad del equipo. Sin embargo, a nivel continental, no siempre es suficiente con creérsela. Habrá que ver de qué está hecho Universitario y si para el 22 de abril los merengues ya cuentan con nuevo DT: ¿será Jorge Fossati?
El mismo día, pero a las 5 de la tarde, Alianza Lima recibirá a Talleres de Córdoba. El increíble envión de los íntimos tras una histórica fase previa fue cortado por la caída ante Libertad en la primera fecha, pero el heroico empate en Sao Paulo del último 10 de abril renovó la ilusión aliancista.
Los muchachos de Néstor Gorosito vienen de ganarle a Los Chankas en Matute, en un partido que les costó más de lo que probablemente presumieron. Cabe mencionar que se comienza a notar un cierto desgaste físico en el plantel, el cual hasta ahora ha corrido y sudado con una entrega admirable. A dicha condición se suman lesiones y ausencias en puestos fundamentales, como las de Carlos Zambrano (a quien el ‘Pipo’ ha guardado durante los últimos partidos), Guillermo Enrique, Alan Cantero y Pablo Cepellini.
Ahora bien, la oportunidad que tiene Alianza contra Talleres es francamente inmejorable. El momento de los argentinos no es el mejor en ningún frente, tanto en la Libertadores como en su liga. Si los locales salen airosos en La Victoria, no solo se meterán a pelearle la clasificación a Libertad y Sao Paulo —que lucharán por la punta al día siguiente—, sino que también dejarán a los cordobeses en una posición complicadísima, asegurando un buen margen para aspirar a clasificar a la Copa Sudamericana en caso de que no sea posible avanzar a octavos. Sin embargo, de caer, la última gesta en Brasil no habrá servido de nada.
Lo de Sporting Cristal es más urgente. Ayer por la mañana llegó a Lima Paulo Autori, personaje icónico del balompié nacional, que será el encargado de salvar a los rimenses de un naufragio. El jueves a las 7:30 el rival será Cerro Porteño en Paraguay, y aunque todavía es muy temprano como para ver una propuesta futbolística clara, los celestes —en la última posición de su grupo— están obligados a mostrar la misma rebeldía y coraje del 2-3 del debut contra Palmeiras.
Semana importante para la representación Blanquirroja en la Copa. ¿A la tercera fecha el fútbol peruano resucitará de entre los muertos? ¿O será que, como en múltiples ocasiones, esta vez no habrá milagro?