Franck Ribéry fue uno de los tres finalistas que lucharon por ganar el Balón de Oro 2013. (EFE)
Franck Ribéry fue uno de los tres finalistas que lucharon por ganar el Balón de Oro 2013. (EFE)

Redacción PERÚ21

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, actual jugador del , reveló en una entrevista realizada por el ex internacional francés Olivier Dacourt para Canal+ Sport cómo fue su infancia luego de tener un accidente a los dos años donde su cabeza se golpeó contra el parabrisas de un auto y le tuvieron que colocar 100 puntos de sutura.

El extremo, a sus 34 años, asegura que esa situación no fue nada sencilla; sin embargo, le ayudó a formar la personalidad que tiene ahora.

“Eso fue lo que me dio este carácter y esta fuerza. Porque cuando eres niño y tienes una cicatriz como esta, no es fácil. La forma en la que las personas te ven, las críticas… Mi familia sufrió por esto”, señaló.

Ribéry, quien nunca conoció a sus padres biológicos a raíz de que fuera abandonado en la puerta de un convento, recordó el enojo que sentía cuando escuchaba comentarios sobre la cicatriz que tiene en su rostro, sintiéndose muy observado por todos cuando se encontraba en la calle.

“La gente dice: ‘mira lo que tiene esa cara, mira su cabeza, qué es esa cicatriz, es feo…’. Adonde sea que iba, la gente siempre me miraba. Y no porque era buena persona, no porque mi nombre es Franck, no porque era bueno para jugar fútbol, sino por la cicatriz”, aseveró.

Pese a todo ello, el futbolista del conjunto bávaro sostuvo que jamás se fue a un lado a llorar. “Nunca, nunca fui a un rincón a llorar, aunque sí sufrí”, sentenció.